La diócesis de Terrassa participa en la llamada Redweek 2024 y celebra el día de la Iglesia Necesitada, según han informado fuentes del Obispado que rige Salvador Cristau. Este evento «hace presente la persecución de los cristianos en todo el mundo. Se celebra desde el año 2015 con la iluminación en color rojo de templos como signo del martirio que sufren muchos cristianos». Este año, la diócesis de Terrassa ha tenido como lugar emblemático una de las grandes joyas del patrimonio egarense, las Iglesias de San Pedro, la Sede de Ègara, que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. Otros templos y campanarios en la diócesis también han sido iluminados de rojo.
Antoni Deulofeu ha presidido la misa en la parroquia de San Pedro, después del encendido de la iluminación en rojo. En la explanada de los tres templos se ha hecho la oración por los cristianos perseguidos y una breve alocución de Josep M. Guardiola, delegado de la Iglesia Necesitada: «Ahora, en este momento en Nigeria, Pakistán, China o Corea del Norte, millones de personas enfrentan la opresión, la discriminación y, en muchos casos, la persecución hasta la muerte. Con esta iniciativa, Ayuda a la Iglesia Necesitada quiere dar rostro y voz a estos hombres y mujeres que no pueden vivir libremente su fe, que incluso mueren por su fidelidad a ella”. Esta iluminación en rojo tiene lugar simultáneamente en otras ciudades de Australia, Austria, Francia, Alemania, el Reino Unido, Canadá, Filipinas, México, entre otros países, con casi mil edificios entre iglesias, catedrales, parroquias y monumentos.
Fundación pontificia de la Iglesia Católica
Ayuda a la Iglesia Necesitada es una fundación pontificia de la Iglesia Católica que organiza cada año la Redweek, una semana de sensibilización y concienciación en la sociedad sobre la realidad de los cristianos perseguidos en el siglo XXI. Esta fundación colabora en la evangelización en más de 140 países con más de 5.000 proyectos para sostener las Iglesias locales más necesitadas en todo el mundo. Sus responsables recuerdan que “tenemos la responsabilidad de ser la voz de quienes no pueden hablar, de luchar por la libertad religiosa, de sostener a estos cristianos perseguidos y de mostrar públicamente, bien alto y claro, que nosotros, los cristianos, tenemos un gran motivo por el que vivir y morir, si llegara el caso”.