La semana pasada finalizaron los trabajos de obra del nuevo vial para peatones de la calle Galileu para adecuar los itinerarios a pie. Desde viernes, los ciudadanos ya pueden pasear por una acera más ancha, con más espacio peatonal.

«De momento, no he visto a nadie pasar por este vial», apuntan dos vecinas que pasean para ir a comprar a primera hora de la mañana. Coinciden que «sí, hay más espacio peatonal, pero el tráfico continúa siendo el mismo». De hecho, «las colas todavía son peores», apuntan: «Los vehículos circulan igualmente. Hay menos espacio porque pase el coche, entonces van más lentos y hay más tráfico», el que también hace que haya más humo.
Además, añaden que las pilonas que separarán el carril para peatones del carril de tráfico «dificultan la maniobra para poner el coche al parking» de aquellas personas que tienen una plaza de parking en esta calle.

La calle Galileu: Un «follón» que «no ha mejorado»
En este sentido, una trabajadora de la farmacia Palà Vilarrassa -situada a la esquina con la calle del Pare Llaurador, justo donde empieza este nuevo tramo más ancho para peatones- coincide que «el tráfico es el mismo, no han arreglado nada». «Para hacer esto hicieron un ‘follón’, teníamos el ruido de la máquina todo el día. Y no ha mejorado mucho». Pero sí que se valora positivamente que ahora los clientes tienen más espacio para pararse o esperarse fuera de la tienda. Pero aun así, «no compensa».
Otra vecina de la zona ve con buenos ojos los cambios. Cree que «está bien» y era necesario porque te permite andar con más espacio. Apunta que en estos primeros días todavía no ha visto pasar mucha gente, pero espera que con el tiempo se use más. «No soluciona el tráfico, pero queda bueno», expone.


Propuestas para reducir el tráfico: otros itinerarios o reabrir la rambla de Ègara
Se tratan de unas obras financiadas con fondos europeos Next Generation que cuentan con varias intervenciones, como repintar pasos de peatones, la ampliación de aceras -con estos itinerarios de colores-, o una mejora en la señalización de itinerarios alternativos.
Las vecinas creen que con únicamente medidas como la ampliación de aceras no se soluciona el problema del tráfico, y que hace falta esperar que se apliquen otras propuestas que afecten directamente los coches. Algunas serían la obligación de utilizar itinerarios alternativos o incluso alguna de ellas considera que «se tendría que reabrir la rambla de Ègara».
