Las Pastas Gallo es una marca famosa en todo el mundo, y líder, peró lo que quizás mucho gente desconoce que su génesis está en la ciudad de Terrassa. La empresa conmemoraba en 2021 aquellos inicios en mitad del siglo XX. Y lo hacía en el contexto del Día Mundial de la Pasta.
Pastas Gallo en 1952
El año 1952, Josep Espona, que seis años atrás había comprado una industria de harinas de Rubí, trasladaba la fábrica a Terrassa, concretamente al terreno del antiguo campo de fútbol, donde se construyó el edificio conocido como La Harinera. Sus productos estrella eran: Sémolas Espona y Pastas Gallo. El año 1961 se constituía la empresa Productos Alimenticios Gallo y en 70 la central se trasladaba a Granollers.A finales de los 90, el edificio era adquirido por el Ayuntamiento, donde después de una total remodelación, dejaba como testigo del pasado las dos grande silos laterales. En el nuevo edificio se instalaba la Escuela Superior de Cine y Audiovisual de Cataluña-ESCAC y la Sociedad Municipal de Comunicación- Canal Terrassa. El espacio que quedaba libre entre el edificio y la calle de Colom recibía el nombre de «Plaza de La Harinera».
Un año y un nombre: 1946 y José Espona. Él fue el artífice de la llegada del trigo duro en el Estado y convenció los campesinos que era un cultivo al que se podían dedicar.
Con más de 90 referencias, informaba la empresa, -entre pasta seca, fresca, salsas, harinas y variedades orientales Tu-Tung- hoy es presente en 7 de cada 10 hogares y es conocida por el 98% de los consumidores, lo cual refleja que es una de las grandes marcas de nuestro país. A los 90, introduce la pasta de trigo duro con verduras deshidratadas, y con el nuevo milenio nacen e las nuevas variedades Sin Gluten, Integral y Legumbres.
La historia de Pastas Gallo cambió con la llegada de su primera embajadora de marca: Sofía Loren. Después viniero Carlos Herrera, Lydia Bosch, Ana Duato, Susana Griso y Pepe Rodríguez.
