
El año 1961 se inauguró una pequeña plaza en el cruce de la calle de Galileo con la Rambla. Estaba formada por tres prismas con un enano de jardín encima. No duró demasiado. La rierada de 1962 se la llevó aguas abajo. El 1968 se reurbanizó el espacio con la máquina de tren cono a eje fundamental. Ahora también hay una fuente, pero es de las clásicas de hierro.
Otras fuentes urbanas. La Font Encuentro
El día 28 de octubre de 1997 el alcalde de Terrassa, Manuel Royes inauguraba la parte de la isla de peatones de la plazoleta de la Font Encuentro y de la calle de los Gavatxons. A la plazoleta de la Font Encuentro se instaló una fuente de balsalt de diseño circular e iluminada, acotxada bajo un alto almez de 12 metros de alto, que hacen de este espacio un lugar emblemático.
La historia de la fuente empieza cuánto la familia Busquets hizo construir una mina de agua que, recogía las aguas a la altura de la calle del Paseo, bajaba por las calles Nuevo y de Sant Pere hasta la altura del Círcol Egarenc, donde por medio de una cañería se conducía el agua hasta el Vapor Busquets (actual plaza de Salvador Espriu). Esta conducción de agua se malogró durante la ocupación francesa de principio del siglo XIX y el agua derramaba calle abajo.
Plaza del Progreso
La fuente de la plaza del Progreso de Terrassa estilo modernista tardío, esta formada por un banco de piedra de dos caras; en el que da en la plaza hay la fuente con un pico, en la base de un escudo de Terrassa situado en el respaldo interior. Corona el banco o la fuente una estructura en forma de canelobre que podía dar cabida a alguna linterna.
A mediados de siglo XIX la zona entre la riera del Palacio y el torrente del Alcalde, es decir, entre la actual rambla de Ègara y la calle de Faraday, correspondía al término de Terrassa, vio su poblamiento con las primeras casas levantadas por Jaume Torrella y, posteriormente, con la instalación de emigrados de la Cataluña interior, aragoneses y valencianos. Se denominó aquella zona valle de la Riera del Palacio.
En medio de la zona urbanizada quedó un espacio que se transformó en plaza, que en 1885 recibió el nombre de plaza del Progreso, recogiendo el espíritu de nombres de calles del entorno dedicados a científicos e inventores. En aquellos años el vecindario pidió en el Ayuntamiento la instalación de una fuente, pero no seria hasta el año 1921 que se procedería a su bastimento.
