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Morera: «Familias con hijos con altas capacidades nos hemos sentido solas»

Anna Morera es una de las miembros fundadoras de la Asociación de Familias con AACC de Terrassa, junto con Marta Villalibre, Raul Aguilar y Elisabet Prat. Juntos crearon una entidad pionera en nuestra ciudad pensada por aquellas familias que tienen niños con altas capacidades. La hija mayorde Morera fue diagnosticada con altas capacidades cuando tenía seis años. Ahora tiene 12. Fue así como empezó una aventura para aprender como gestionar tener un hijo con estas características, tanto en la escuela como en casa. Món Terrassa ha hablado con ella para que explicara porque hacía falta una entidad como la AFACT y que supone tener un niño o niña con altas capacidades.

Y a los seis años le diagnostican altas capacidades, como se recibió?

Bien es verdad que en aquel momento, hace seis años no sabíamos por donde echar. Era una cosa completamente nueva, nos costó encontrar referentes o gente con quién poder compartir lo que nos estaba pasando, gente que pasara por situaciones similares. No porqué no existieran, sinó porquó nada sendecía ni se hablaba. No fue fácil, a pesar de que tampoco estamos en la peor posición respecto a los niños con capacidades diversas. 

Y la situación ha cambiado actualmente?

No demasiado. Lo que hemos estado viendo hablando con las familias que se nos han acercado a la entidad es que todas lo hemos vivido bastante solas. Continúan sin visibilizarse las altas capacidades. Por eso nació AFACT, para sentirnos más acompañados.

Como detectaron que algo no iba bien?

Normalmente las altas capacidades o bien lo detectan en la escuela o bien, en la familia, cuando puedes ver comportamientos entre niños de la misma edad. En nuestro caso, nuestra hija no tenía hermanos y era la mayor de la pandilla de amigos. No teníamos nadaigual para comparar. Así que fue cuando coincidía con fiestas de cumpleaños o nos explicaba cosas de la escuela que vimos que había algo diferente. Sin referentes no acababas de entender qué era. Fue después que entendimos que no era normal que cogiera el lápiz o empezara a hablar tanto pronto. 

Y entonces qué hicieron?

Lo dijimos en la escuela, y para conocerla mejor decidieron realizarle varias pruebas. Lo cierto es que la escuela puede hacer algunas pruebas pero las que confirman el diagnóstico a menudo las tienes que ir a hacer en un centro privado especializado. Sea una escuela privada, concertada o pública… al final te encuentras que mayoritariamente acabas pagando por las pruebas y para tener el informe de detección. Y esto es uno los problemas que denunciamos las familias con altas capacidades, puesto que muchas familias no se pueden permitir pagar para tener este diagnóstico. 

De acuerdo, y una vez con el diagnóstico qué?

Sí, esta es la gran pregunta que se hacen las familias. Y ahora qué? Pues tienes que empezar a tomar decisiones y a posicionarte. Al menos tienes que buscar alinearte con la escuela y ver qué se puede hacer de manera conjunta. Con el diagnóstico y el informe la escuela tiene que ser conocedora porque es el momento de decidir que hacer. Maestros, dirección, psicopedagogo y familia tienen que decidir ciertas actuaciones, si se amplía el currículum, si se produce una aceleración parcial (de algunas asignaturas) o una aceleración total (un salto de curso).

Cada niño se tiene que tratar de manera individual.

Evidentemente, porque hay muchos grados y perfiles. El paraguas de altas capacidades es muy grande. Hay niños talentosos, superdotados, con doble excepcionalidad… Cada niño necesitará una cosa diferente y adaptada. Y otro tópico es que los niños con altas capacidades son niños de 10. No, no siempre. Además, hay que comprender que también se tiene que tener en cuenta si el niño/a está preparado para afrontar estas decisiones y cambios. Hay que ver su nivel madurativo, de la edad en que se detecte, de la autoestima del niño, si la relación es buena con sus compañeros de curso… Y con todo esto, decidir qué hay que hacer. 

Cuáles diría que son las principales características de un niño/a con altas capacidades?

Son niños que normalmente se aburren porque el currículum se queda corto para ellos. Pero también hay una parte emocional importante a tener en cuenta, porque cuando se reconocen como diferentes los invade cierta angustia de no ser aceptados por sus compañeros. Hablo en líneas generales y como madre, porque como es obvio cada niño es un mundo y yo no soy experta, pero mayoritariamente, los niños con altas capacidades son muy intensos, su exigentes, y no toleran las injusticias. Se lo toman mucho a pecho, esto. 

Ha hablado de esta angustia… 

Sí, porque en la parte académica es muy importante que se sientan retados y confortables. Que reciban el conocimiento que necesitan, porque la repetición los aburre mucho. Pero a la vez, por mí es mucho más importante tratar la parte emocional, esta carga emocional que supone por ellos sentirse diferentes también se tiene que trabajar. 

La escuela está preparada para los niños con altas capacidades?

A nivel personal nos hemos encontrado muy buena predisposición de las escuelas pero también poco conocimiento. A menudo no se acaba dando el acompañamiento que se necesita. Cuando se decide qué hay que hacer con aquel niño hace falta que se recoge en un Plan individualizado acordado con el tutor, y que este se revise con cierta temporalidad y se vaya reportando a la EAB. En todo esto hay un poco de confusión, sobre todo cuando los niños se hacen grandes y van al Instituto, donde no hay un mismo maestro en el aula. Y en aquí también quiero resaltar que adaptar el currículum al alta, a la gran mayoría de escuelas no existe un patrón, y a menudo se hace de manera equivocada. No se trata de dar más trabajo al niño, sobrecargándolo de deberes, el que se tiene que hacer es incrementar la dificultad no la cantidad. El más importante es que haya una respuesta positiva de la escuela y un buen acompañamiento.

Los niños con altas capacidades su invisibles?

Cada vez hay más conocimiento y también más detección temprana. Las estadísticas dicen que en una clase entre 1 y 2 niños tendrían que tener altas capacidades. Normalmente los niños se los detecta más rápido, por el contrario, las niñas suelen pasar desapercibidas, porque tienen más herramientas para disimular e intentar hacer ver que no son diferentes. Y aquí se complica la detección por parte del maestro. El niño/a que se aburre y molesta se detecta rápido, el niño/a que calla y desconecta, no. Por eso queremos hacer tanto énfasis en la formación, especialmente de los maestros, para detectarlos, porque estamos convencidos que con más formación nos ahorraríamos muchos casos de fracaso escolar y la angustia de muchos niños. 

Y aquí también entra la asociación.

Exacto, porque cuando te dan el diagnóstico hay cierto desconcierto, aquello que decíamos antes de: ¿Y ahora qué? Pensamos que sería una buena idea empezar a organizar con las familias con hijos con altas capacidades para poder compartir experiencias, para poder hablar y sentirte comprendido. Lo que empezó en un encuentro en el Parque de Sant Jordi ha acabado con una asociación formada por un equipo con muchas ganas de hacer cosas. Oficialmente nacimos el 14 de marzo y la aceptación y el recibimiento fue brutal. Decenas de personas nos escribieron, tanta gente haciendo consultas, felicitándonos, pidiéndonos ayuda… Estamos trabajando mucho y ya tenemos 35 familias registradas. 

«Estamos convencidos que con más formación nos ahorraríamos muchos casos de fracaso escolar y la angustia de muchos niños«

Con qué objetivos trabajan?

Tenemos ya diferentes líneas de actuación para visibilizar este colectivo. Creemos que es básico que escuelas, políticos y ciudadanía nos tengan presentes. Que vean que dentro de las capacidades diversas también estamos, porque a menudo, las altas no se tienen en cuenta, por ejemplo, con ayudas de los gobiernos. En principio la ley nos dejó fuera, no nos contemplaba, y no son conscientes que detrás de cada niño con altas capacidades hay muchos gastos asociados. Por eso, la entidad hará fuerza y hará red, para compartir y para trabajar para los niños, hará de puente con las familias, las escuelas y el ayuntamiento. Y haremos el máximo de difusión de las acciones y actividades que hacen. Aprovecho para decir que el próximo domingo, 16 de abril, tendremos un nuevo encuentro de familias donde pondremos en común situaciones personales, que estamos haciendo y qué actividades queremos hacer. Podéis encontrar toda la información si nos seguís al perfil de instagram @afact.cat

Encuentro de familias con hijos con altas capacidades para conocer la nueva asociación AFACT | Cedida

Como es vivir con un niño con altas capacidades?

La palabra que mejor lo definiría seria: intenso. El día a día es intenso, porque el niño necesita estímulos constantes. Tiene una necesidad de conocimiento y de exigencia muy elevado, y este punto de intensidad también se tiene que trabajar. Y a pesar de que ellos mismos son capaces de buscarse recursos para satisfacer este deseo de saber, se plantean muchas cosas y hacen muchas preguntas… Aun así, por mí el que hay que hacer más incidencia es en la gestión emocional, que seguramente es lo más complicado. Estos niños también tienen muchos sufrimientos relacionados con la pérdida, la muerte, la soledad, sentirse diferentes… Esto los inquieta y los mantiene siempre alerta. Los padres no podemos bajar nunca la guardia, y por eso también es necesario leer mucho, tener un apoyo psicológico y una red donde poder acudir. 

Volvemos a un aspecto que ha hecho referencia anteriormente, a la soledad de las familias que tienen hijos con altas capacidades…

Sí, es cierto, es una de las palabras más utilizadas. Hay muchas familias que están desesperados porque no entienden qué pasa. Hasta el 2013 no se empezó a legislar y a ordenar qué eran las altas capacidades. Las medidas educativas y sociales sobre este colectivo su de hace relativamente poco. De niños superdotados ha habido toda la vida, hemos visto muchos fracasos escolares de niños que en realidad eran los más listos de la clase… y todo ha estado por desconocimiento. No ha habido un trabajo de adaptación en la escuela, uno no querer profundizar como gestionarlo… una desatención de la administración hacia estas familias. Ahora se están empezando a poner las pilas pero queda mucho trabajo a hacer. Se tienen que romper estereotipos y se tiene que normalizar la situación de estos niños, entienden que tienen unas necesidades específicas.

Porque los niños con altas capacidades hay a todas las familias.

Está claro, no importa la clase social, la procedencia, la raza, el sexo, ideología o nivel cultural. Esto es una cosa universal. De toda la humanidad. Y sabe mal que los que tenemos más recursos podamos llegar más lejos que los que no tienen. Esto sabe mal, y creemos que hay que romper esta barrera social y económica. Hay unos gastos que no todo el mundo puede asumir y hay unos recursos que no todas las familias conocen o tienen al alcance. Por eso hace falta más implicación de las administraciones y un seguimiento más esmerado desde la seguridad social.  

«No importa la clase social, la procedencia, la raza, el sexo, ideología o nivel cultural. Esto es una cosa universal«

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