La iglesia del Sant Esperit de Terrassa debe su nombre al Hospital del Sant Esperit, situado fuera de la muralla de la villa que había crecido en la época medieval alrededor del castillo de Terrassa. Las obras comenzaron en el año 1575. El 21 de noviembre de 1593 ya se trasladó el Santísimo Sacramento desde la capilla del Hospital a la nueva iglesia comenzando allí el culto, si bien las obras duraron hasta el año 1616. En el año 1601 fue erigida la parroquia del Sant Esperit y Sant Pere.

En su inicio la iglesia fue bendecida por el Abad de Montserrat, P. Josep Costa, hijo de Terrassa el 21 de febrero de 1621. Al inicio de la Guerra Civil el templo fue quemado y posteriormente fue consagrado nuevamente el 10 de diciembre de 1950 por el obispo de Barcelona, Dr. Gregorio Modrego. Un año más tarde, el 11 de noviembre de 1951, recibió el título de Basílica Menor. El 15 de junio de 2004 fue elevado a la dignidad de Catedral de la nueva diócesis de Terrassa erigida por S.S. San Juan Pablo II con la bula
Christifidelium salutem.
Uno de los mejores exponentes del gótico catalán tardío
La iglesia del Sant Esperit representa uno de los mejores exponentes del gótico catalán tardío. Sus medidas son: 49 m. de longitud, 14,5 m. de anchura y 22,7 m. de altura. El campanario, levantado en el año 1893, tiene 27 m. de altura. El templo ha sido incluido en el Patrimonio Cultural Catalán el 23 de mayo de 2002 y forma parte del Inventario General de
Bienes Muebles de la Administración del Estado.
En el siglo XVI el Consejo de Parroquianos de la Villa de Terrassa decidió la construcción de una iglesia de grandes dimensiones. Una esbelta iglesia para solo 3.000 habitantes que tenía la villa. Las obras comenzaron en el año 1575 y no se terminaron hasta 1620. Su coste constituyó durante muchos años una pesada carga económica, a la cual se añadieron los flagelos de las guerras y la peste. Esta penuria económica comportó que no fuera posible rematar la iglesia con una fachada adecuada. En 1620 el maestro Jaume Ginestar emprendió la construcción de la sacristía y la fachada con un estilo sencillo y austero tipo de basílica romana.
En los años setenta del siglo XIX el prior Heribert Font añadió al atrio central los dos cuerpos laterales de planta baja y piso.
Podemos destacar algunas obras de su tesoro artístico. Así, el grupo escultórico del Cristo Yacente, obra de Martí Diez de Liatzasolo, proveniente de la capilla del Hospital del Sant Esperit, encargado en el año 1539, y que se encuentra en el ala derecha del crucero. El retablo barroco del altar mayor era obra de Joan Mompeó (s. XVIII) y se quemó en el incendio de julio de 1936. La capilla del Santísimo Sacramento es obra de Lluís Moncunill, del año 1907, de estilo modernista.

Destaca actualmente el presbiterio, obra del arquitecto Lluís Bonet Garí, junto con Enric Monjo, autor de todas las esculturas y relieves, y Antoni Vila Arrufat, al cual se deben las pinturas, acabado en el año 1955.
El retablo es una contemplación de la Santísima Trinidad y de la Iglesia. Al fondo del ábside, en el centro de los apóstoles, destaca San Pedro sentado en la cátedra con tiara. San Pedro, con San Cristóbal y San Valentín, representados en los extremos, son los patronos de la
ciudad de Terrassa.
Bajo San Pedro, en relieve sobre madera, su crucifixión, ha devenido el marco de fondo de la cátedra episcopal. Esta escena así como los pasajes del Libro de los Hechos intercalados entre los apóstoles, y las figuras del coro son relieves sobre madera. Completan
el retablo dos relieves de escultura policromada –sobre las puertas laterales- que representan la Anunciación y el Bautismo de Jesús: dos momentos del Nuevo Testamento en que actúa el Espíritu Santo.
Son elementos dignos de ser mencionados el Camarín de la Virgen de Montserrat (1947) bajo el cual hay la escultura de San Ignacio yacente en éxtasis, obra de Josep M. Camps i Arnau; el Baptisterio (1940) y el Museo (1992) instalado en la antigua capilla del Santcrist, en el ala izquierda del crucero.