MónTerrassa
El director Caye Casas se lleva el prestigioso premio White Raven

El director terrassense Caye Casas se ha llevado el prestigioso premio White Raven. Lo ha hecho este pasado fin de semana con el suyo segundo largometraje «La mesita del comedor», con la cual ha triunfado en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas (BIFFF), uno de los más importantes del mundo en este género.

El film, que también se rodó en Terrassa, es una producción de Alhena Production, La Charito Films y Apocalipsis Producciones. Está protagonizado por Estefanía de los Santos (nominada al Goya por «Grupo 7») y David Pareja («Matar a Dios» o «Amar se para siempre»), y cuenta en su reparto con Claudia Riera («Las del hockey» o «El Internado: Las Cumbres»), Josep Riera («Para toda la muerte», «Acacias 38»), Eduardo Antuña («La Comunidad», «800 balas») y, en su debut en el cine, Gala Flores. Junto a todos ellos y ellas, Itziar Castro, Cristina Dilla, Claudia Font i Paco Benjumea, con la colaboración especial de Emilio Gavira.  

Desde el comité de selección del BIFFF han destacado en la hora de darle el premio White Raven que, a “La mesita del comedor”, “no hay fantasmas, monstruos o possesiones, solo una tableta del comedor, pero confiáis en nosotros, porque esta maldita mesa te sumergirá en un infierno mental insoportable como nunca antes habías experimentado”. El film llegará a las salas de cine este mismo 2023.

De la risa al horror… en pocos segundos

“Me pone los pelosde punta leer las críticas. Son todas ellas buenísimas, y entienden perfectamente que se trata de una película arriesgada, terrorífica y con un humor negrísimo como pocos films tienen. Algunas críticas han dicho que se trata de la película más terrorífica del BIFFF, y destacan como se juega con los sentimientos del espectador, que pasa de las risas al horror en segundos”, explica Caye Casas, que debutó al largometraje el 2017 con “Matar a Dios”.

El director recuerda que “La mesita del comedor” se ha presentado al BIFFF belga en “una sesión realmente espectacular, con una sala llena. Fueron unas 600 personas. Y los espectadores reaccionaron en la montaña rusa de emociones a la cual los conduce nuestra historia. Empiezan riendo, pero después se les congela la sangre y se quedan en choque. Hay algunas risas incómodas y el público sufre como ratas. Al final, hubo un aplauso unánime de toda la sala que me hizo emocionar. Después de la proyección ya nos vinieron varios festivales internacionales pidiendonos la película. Fue una noche perfecta”.

Norbert Llaràs recogió el premio White Raven al festival belga BIFF, por La mesita del comedor | Cedida

«Es oxígeno para nosotros»

Y que ha significado el prestigioso premio White Raven para “La mesita del comedor”? “Muchísimo, es oxígeno para nosotros. Nuestra historia es extrema, y puede asustar muchos programadores de festivales porque realmente te hace sentir emociones muy fuertes. Algún programador me decía que se tiene que ser valiente para seleccionar y premiar esta historia en un mundo tan políticamente correcto. El premio al BIFFF nos da credibilidad, y, a partir de ahora, será más fácil aceptar el terror de la película”, reflexiona Casas: “Creo que nos abrirá muchas puertas y espero que facilite que me dejen hacer alguna vez un proyecto más grande con los recursos necesarios. Porque, de premios, yo he ganado toda la vida, pero mis historias asustan para ser diferentes a todo aquello que se hace actualmente”.

Después del BIFFF, “tenemos muchos festivales que vuelan “La mesita del comedor”. Cada día nos preguntan por ella”, comenta el realizador, que no pudo ir a la gala para recoger el premio porque este mismo fin de semana viajaba a Brasil, “al Festival Fantaspoa. El galardón lo recibió el productor Norbert Llaràs. Y después toca Estonia, el Festival HOFF. Y, de momento, es todo el que puedo decir, porque el resto de festivales donde iremos no se pueden hacer oficiales todavía”.

Sinopsis 

María (Estefanía de los Santos) y Jesús (David Pareja) son una pareja que ya tienen los 40 y acaban de ser padres de un niño. No pasan por el mejor momento de la suya relación, pero el que no se imaginan es que la compra de una tableta para el comedor se convertirá en la peor decisión de sus vidas.

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