El abono utilizado en el entorno de la B-40 ha provocado un episodio de malos olores en Viladecavalls. Vecinos del municipio detectaron ahora hace pocos días la llegada de un fuerte olor que impregnaba todo el ambiente. Desde el Ayuntamiento de Viladecavalls se decidió activar los mecanismos contemplados dentro de la Ordenanza municipal de emisiones e inmisiones de olores para averiguar qué estaba pasando. Esta herramienta, aprobada desde el 2021, permite a la administración local actuar en el caso de producirse un fenòmen de contaminación odorífera e interponer sanciones que pueden llegar a los 3.000 euros.
Así, según indica el Consistorio en un comunicado, jueves de la semana pasada se empezaron a realizar varias inspecciones a empresas del sector industrial de la localidad, con la voluntad de determinar qué era el origen de una parte de las molestias. En el análisis e investigación, se pudo comprobar que una parte del problema provenía, no de una industria, sino de unas obras.
En concreto, de los trabajos que se están llevando a cabo a la autovía B-40. Se trata de una actuación de restauración paisajística, en la cual se está utilizando un abono que ha ocasionado un fuerte mal olor por todas partes, que llega incluso hasta Ullastrell, según comentan a MónTerrassa los vecinos de este municipio.
Desde el Consistorio informan que este material, combinado con el calor intenso que estamos sufriendo, provoca molestias entre la ciudadanía, y por eso, se ha hecho llegar ya una queja al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) porque lo retire.
Empiezan las obras del carril bici con Terrassa
Por otro lado, Viladecavalls se verá inmersa en nuevas obras. Todavía con los trabajos abiertos a la B-40, ahora será el turno de la C-58. Esta semana empieza la actuación para crear una vía ciclable que conecte el municipio con Terrassa. Utilizando el antiguo trazado de la carretera, y con un recorrido de más de tres kilómetros, está pensado porque se pueda transitar a pie o en bicicleta o VMP.
Una vez finalizada la obra, el vial facilitará el acceso a puntos como la estación de tren, el Instituto de Viladecavalls y los polígonos industriales próximos, además de integrarse con la red de vías ciclistas de Terrassa, y permitirá además la conexión el casco urbano con Can Corbera y Can Trias.
En cuanto a su recorrido este seguirá el vial de acceso a la estación desde el enlace de la B-245 con la C-16, cruzándolo por el costado norte con dos pasos para peatones y bicicletas, para después unirse a la antigua C-58 a través de un nuevo paso inferior bajo el nuevo trazado de esta. El proyecto incluye también la adecuación del camino existente de Can Medios, en el sur de la C-16, y del paso inferior bajo esta autopista para conectar el itinerario con el Instituto de Viladecavalls.
Las obras, con una duración prevista de aproximadamente 5 meses, cuentan con un presupuesto total de 2.843.492,19 €, que la Generalitat de Cataluña financiará a través de los fondos europeos Next Generation.