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Vacarisses triplica su población en veinte años y continuará creciendo

Las primeras dos décadas del siglo XXI han cambiado de manera especialmente significativa la demografía de unos sesenta municipios catalanes, que como mínimo han duplicado la población entre el 2000 y el 2023. Según datos del padrón analizadas por la Agencia Catalana de Noticias, al Ámbito Metropolitano, Vacarisses (Vallès Occidental) se sitúa en primer lugar en cuanto a crecimiento en el padrón.

Este municipio tenía poco más de 2.000 habitantes en 2000, y desde acá ha sufrido el aumento poblacional (en porcentaje) más grande de toda la zona. En estos veinte años, la localidad vallesana ha registrado 4.773 personas más, llegado a los 7.460 actuales. Y en solo cuatro años, se han sumado 800 nuevos habitantes.

El perfil de las personas que llegan al municipio son principalmente jóvenes, procedentes del área metropolitana, de localidades como Sant Cugat, Sant Quirze, Sabadell, Terrassa o incluso Barcelona. Desde la pandemia, pero, se ha visto como el volumen de habitantes crecía, en muchas ocasiones por sustitución: «Hay gente mayor que marcha porque tiene que coger el coche para bajar al núcleo, y optan para ir a una ciudad, donde tienen los servicios más a tocar», explica el alcalde.

Los motivos son varios, pero principalmente se centran en la reducción del coste de alquiler o venta de viviendas, pero también la situación en un entorno natural como lo es el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac y una relativa proximidad en Barcelona, sobre todo por carretera, dado que la conexión en tren es mala por la poca frecuencia de la línea R4.

Con la vista puesta a los 11.000 habitantes

El incremento de habitantes supone un necesario redimensionado de los servicios que presta el Ayuntamiento, que se tiene que adaptar a una mayor masa poblacional, como por ejemplo el de la distribución de agua, si bien algunos, como los relacionados con salud o educación dependen de la Generalitat. «En un municipio como este no se pueden prestar los mismos servicios que en una ciudad, solo en calles tenemos 90 kilómetros, que es la distancia de ir y volver a Barcelona, y el mantenimiento es caro», destaca el alcalde.

Los servicios sociales, pero, no se ven afectados: «La población que llega nueva suelen ser de rentas medianas y altas, no se encuentran en una situación de necesitar usar los servicios sociales», señala. 

Masana descarta que el municipio experimente un crecimiento en extensión territorial, dado que el grosor de nuevos vecinos se instalan en urbanizaciones, ya sea en casas reformadas o en parcelas donde ya es previsto construir, pero no al núcleo, donde no se puede edificar más, ni en terrenos no urbanizables. «Se podría llegar a los 11.000 habitantes en los próximos años», augura el alcalde.  

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