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Vacarisses exige inversiones en el CTR para evitar olores

Vacarisses reclama inversiones en el CTR para evitar los malos olores. Esta ha sido una de las cuestiones que desde el Ayuntamiento del municipio vallesano se ha puesto sobre la mesa en la reunión de la Comisión de seguimiento del vertedero de Coll Cardús. Celebrada este lunes 14 de octubre, el encuentro contó con la presencia de todos los organismos y órganos implicados: el alcalde Antoni Masana; el concejal de Acción Climática, Aitor Piqueras Rodes; el nuevo director de la Agencia Catalana de Residuos de Cataluña, Albert Planell; y representantes del Consorcio para la Gestión de Residuos del Vallès Occidental; del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR); y de la empresa que gestiona las instalaciones, el Grupo Hera.

Según expone el Ayuntamiento en comunicado hecho público en su web, el proceso de cierre del vertedero sigue su curso. En este momento, se encuentra en fase de «preclausura, de manera que todo el vaso ya está cubierto por una capa de arcilla». Sin embargo, no está todo resuelto. Entre la Generalitat de Catalunya y el Grupo Hera aún tienen abierto un litigio por las discrepancias sobre el agotamiento de la celda de inertizados. La empresa considera que aún no se ha llegado al límite, mientras que el Gobierno cree que ya hace tiempo que debería haberse cerrado.

Sancionar la emisión de malos olores

El cierre de Coll Cardús no es la única preocupación que tiene el gobierno de Vacarisses en mente. Estrechamente vinculado, está el Centro de Tratamiento de Residuos. En el encuentro se abordó la continuidad de esta planta de triaje, tras los cambios introducidos en varios ayuntamientos, donde a partir de ahora es el Consejo Comarcal quien gestiona el tratamiento de residuos. La capacidad del CTR y la cantidad de residuos, y cómo repercute esto en el territorio, siempre ha sido una cuestión delicada.

Aún más cuando esto ha ido asociado, últimamente, a varios episodios de olores. En este sentido, desde el Ayuntamiento se ha solicitado a los órganos competentes que se realicen las inversiones necesarias para mantener las instalaciones actualizadas, y así evitar, tanto como sea posible, la emisión de malos olores. Cabe decir que, el Ayuntamiento, como medida de presión, aprobó recientemente una ordenanza sobre la contaminación odorífera, con la cual tienen herramientas legales para sancionar económicamente aquellas actividades que generan olores y molestias a la población.

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