Vecinos de la calle de Joan d’Àustria están hartos de la inseguridad y los disturbios que sufren por culpa de un piso. Desde hace casi cuatro años, los residentes de esta vía del barrio de Can Boada de Casc Antic tienen que soportar los gritos, disturbios, agresiones y malestar que se producen en el interior de un inmueble. «Esta vivienda se utiliza para hacer fiestas y es muy habitual que se produzcan peleas, dentro y fuera, y hemos sido testigos de varias agresiones», afirma a MónTerrassa uno de los vecinos, que ha querido mantener el anonimato por temor a represalias.
«La situación que estamos sufriendo es inaceptable e inaudita», indica. Y apunta que en esta vivienda se están produciendo varias ilegalidades, las cuales han sido denunciadas a las autoridades y a las administraciones pertinentes. MónTerrassa ha confirmado que la Policía Municipal de Terrassa ha intervenido desde el año pasado en varias ocasiones por las quejas de los vecinos. Las intervenciones más habituales son por molestias acústicas durante las noches, gritos y música alta. Asimismo, confirman que se han interpuesto varias denuncias al inquilino por infracciones relacionadas con la Ordenanza Municipal de Convivencia.
Los vecinos reclaman poner fin a la problemática
Sin poder especificar de qué piso se trata, por cuestiones legales y para no comprometer futuros operativos policiales, sí que todo parece apuntar que además de los problemas de convivencia, detrás también habría problemas de seguridad presuntamente vinculados al tráfico de drogas. Los vecinos afirman que el inmueble se ha convertido en un «narcopiso», y les preocupa que las diferentes personas que entran y salen «tengan total impunidad, más allá de las multas económicas que se les imponen, las cuales no serán pagadas porque se declaran insolventes».
Además, los residentes también denuncian que han sufrido vandalismo en el mobiliario urbano del barrio. «Se dedican a hacer grafitis en todo lo que ven, y lanzan todo tipo de objetos por la ventana a la vía pública, desde botellas hasta platos, un día incluso tiraron el televisor… Y a esto se suma la cantidad de basura a su alrededor. Hace pocas semanas destrozaron todo lo que pudieron de un bar de la plaza de Agustí Bartra», afirman.
Los vecinos piden al Ayuntamiento y a los cuerpos de seguridad y a los juzgados que «se apresuren a tomar medidas para solucionar esta situación. Pedimos más contundencia e inmediatez ante aquellas personas que son una carga para la sociedad y para la salud pública de los ciudadanos».
En este sentido, desde el Ayuntamiento de Terrassa se informa que la Unidad de Relaciones y Mediación con la Comunidad (URMEC) de la PM y miembros del equipo de gobierno trabajan para tener una reunión próximamente con la Asociación de Can Boada Casc Antic para conocer de primera mano sus demandas y abordar la problemática.