Un egarense ha quedado detenido por su presunta implicación en una red de estafadores millonarios. Él es una de las nueve personas que han acabado arrestadas después de un gran operativo llevado a cabo por agentes de la Policía de la Generalitat – Mossos d’Esquadra de la Unidad de Blanqueo de Capitales y Delitos Económicos de la DIC.
La intervención tuvo lugar el pasado día 29 de noviembre en localidades de Rubí, Sabadell y Barcelona, además de Terrassa. A todos se les acusa de pertenencia a grupo criminal, y delitos de estafa, falsedad documental y blanqueo de capitales. El pasado día 1 de diciembre pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de detenidos de Barcelona. A día de hoy los investigadores continúan haciendo investigación otras líneas de investigación que los llevó al descubrimiento de más colaboradores y otras víctimas.
Se calcula que este entramado había conseguir desviar más de 2 millones de euros de una entidad bancaria. Los detenidos habían generado un importante patrimonio y disfrutaban de vehículos de alta gama, inmuebles en Sort, Masella y Llívia y objetos de lujo de gran valor. Unos bienes que superan el millón de euros que se podrán destinar al resurgimiento económico de las víctimas.
Una clienta «muerta» destapa todo el entramado
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Por eso, dentro del grupo criminal había uno de los líderes que trabajaba en la entidad financiera y que era el encargado de pasar esta información a otra, que se ocupaba de falsificar documentos. Gracias a la trazabilidad de las operaciones económicas se descubrió una sociedad instrumental que se utilizaba para administrar inmuebles adquiridos con el dinero fraudulento desviado por los falsos herederos.
Como acostumbra a pasar en la mayoría de casos, el pastel se destapa por un error. A finales del mes de septiembre, los Mossos tuvieron conocimiento que una clienta de la entidad bancaria que no tenía mucha actividad en su cuenta corriendo se había presentado a la oficina para pedir un duplicado de su libreta bancaria. El empleado del banco que la atendió introdujo su DNI en el sistema informático y descubrió que la mujer constaba como muerta desde hacía 4 años.
Esto hizo saltar las alarmas, y la entidad investigó hasta localizar nuevas operaciones fraudulentas. Gracias a la información facilitada, la Unidad Central de Blanqueo y Delitos Económicos, identificó hasta ocho operaciones de testamentarias sospechosas con un patrón muy similar. La relación de los partícipes era clara y ya se pudo relacionar los falsos herederos con los dos principales dirigentes del grupo criminal.
Más de 2 millones de euros fraudulentos
El grupo criminal contaba con dos líderes especializados. Uno se encargaba de eludir los controles internos del banco; el otro, captaba las personas y las preparaba para representar la figura de heredero. Los investigados también constituyeron una sociedad instrumental en 2022 y operaban como administradores solidarios para gestionar algunas propiedades adquiridas con dinero proveniente de las cuentas corrientes de la entidad bancaria que habían desviado de forma fraudulenta.
Una vez tenían la documentación falsificada preparada, los presuntos herederos universales de las personas titulares de las cuentas se dirigían a la entidad bancaria y solicitaban la apertura de un expediente de testamentaria.
Mediante la documentación falsificada, la entidad bancaria emitía el dictamen de expediente de defunción interno y, en consecuencia, se realizaba el traspaso patrimonial a favor del presunto heredero. A partir de aquel momento, este disponía de plenas facultades sobre los saldos y productos que el finado mantenía en el banco. Los autores desviaron más de 2.000.000 de euros con este sistema de fraude testamentario.