Los tiroteos en Terrassa y en otros municipios del país han hecho saltar todas las alarmas. Y ha habido respuestas por todas partes. El Sindicato de Mandos de las Policías Locales de Cataluña (Sicpol) y la Federación de Profesionales de la Seguridad Pública de Cataluña (Fepol) han reclamado «más seguridad» para los cuerpos municipales ante «el aumento de la violencia con armas de fuego».
En este sentido, creen que los incidentes de los últimos días en Sant Adrià de Besòs, Terrassa y Badalona «evidencian la necesidad de reforzar la protección y los recursos» de las fuerzas policiales, «especialmente en las primeras líneas de intervención». El sindicato considera que los agentes y también los vigilantes municipales se encuentran en una situación de «riesgo evidente», y alerta que a menudo llegan a las zonas de conflicto sin «los recursos necesarios» para «afrontar situaciones con armas de fuego». En la capital del Vallès Occidental ha habido varios tiroteos con víctimas mortales y heridos y peleas con arma blanca en solo tres días.
Sicpol reclama «de manera inmediata» formación especializada y continuada en la gestión de intervenciones «de alto riesgo», incluyendo protocolos específicos en casos de tiroteos o amenazas armadas. También exige una mejora de los equipos de defensa e intervención con herramientas «adecuadas para afrontar situaciones peligrosas». Y especifica que, si es necesario, se deben hacer «las modificaciones jurídicas adecuadas».
Otro punto que el sindicato considera urgente es una coordinación «más estrecha» con Mossos d’Esquadra y otros cuerpos policiales, y finalmente una modificación del marco normativo que regula a los vigilantes municipales.
El sindicato alerta que los datos recientes «confirman» el aumento de episodios con armas de fuego en Cataluña especialmente vinculados a conflictos de crimen organizado y tráfico de drogas. Un «peligro para la ciudadanía» y para los efectivos que trabajan en la calle. Sicpol considera que la protección de los agentes «debe ser una prioridad» para las administraciones.
Especialmente, insta a las administraciones locales a «hacer un esfuerzo» para dotar a las plantillas de las policías locales de los recursos humanos y materiales necesarios para garantizar su seguridad.