Nuevo operativo en un bar de Terrassa que causaba malestar e inseguridad entre los residentes. La Policía Municipal de Terrassa llevó a cabo una inspección este miércoles, día 8 de octubre, en un establecimiento del Distrito 4 de la ciudad. El dispositivo había sido planificado con anterioridad tras detectar y recibir varias quejas referentes a «problemas de seguridad y molestias» al vecindario, según confirman fuentes oficiales a MónTerrassa.
La actuación se ha saldado con un total de doce personas identificadas -entre clientes y trabajadores-. Además, agentes del cuerpo de seguridad local han interpuesto dos denuncias vinculadas a tenencia de sustancias estupefacientes y dos denuncias por tenencia de arma blanca. Asimismo, también se ha abierto un acta de inspección administrativa al propietario del local por «infracciones leves».
Intervención en un establecimiento del D6
Por otro lado, este pasado fin de semana, agentes de la Policía Municipal de Terrassa y Mossos d’Esquadra llevaron a cabo una inspección en un establecimiento del Distrito 6. En esa ocasión, los agentes identificaron un total de 21 personas que se encontraban en el momento de la actuación en el interior del local. No consta que se produjeran denuncias, pero sí se levantó acta administrativa por ejercer una actividad de bar musical sin la licencia correspondiente, y también se detectaron otras «irregularidades» administrativas.
El pasado mes de marzo, el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, afirmaba en rueda de prensa de presentación del primer Plan Local de Seguridad que el Ayuntamiento tenía localizados más de una decena de “establecimientos conflictivos” que eran un foco de delincuencia de la ciudad. Afirmaba que los cuerpos de seguridad habían comenzado a hacer inspecciones rutinarias en estos locales, con el objetivo final de cerrar aquellos más conflictivos o que no cumplen con la normativa.
Desde entonces, estas actuaciones de controles no han cesado, e incluso, después del verano, se han incrementado. Ahora hace pocos días, por ejemplo, el Consistorio anunciaba que había iniciado un expediente sancionador con medida de cierre cautelar para un local de ocio, y se había tramitado un expediente que obliga a tres establecimientos situados en la calle del Duero y un cuarto situado en la calle del Miño, a fijar el cierre de la actividad, a más tardar, a las 4 de la madrugada, con la voluntad de reducir los conflictos e inseguridad generada.
