La audiencia solo ha durado diez minutos. Los justos para que el magistrado del juzgado penal número 2 de Terrassa constatara este martes que no estaban presentes los cinco testigos de la defensa porque no se les había citado. De este modo, el magistrado ha decidido posponer otra vez el juicio contra cuatro jóvenes -tres de Terrassa y uno de Rubí- por las protestas en la ciudad el 26 de febrero de 2021 por el encarcelamiento del rapero leridano Pablo Hasél. La nueva fecha es el 9 de marzo de 2027. A diferencia de los testigos de la defensa, sí se había citado como testigos a los siete Mossos d’Esquadra como acusación de la fiscalía, excepto uno de ellos que está de baja y no se le ha encontrado. A la salida de los juzgados y ante un grupo de concentrados en su apoyo, uno de estos jóvenes, el rubinense Pau Majó, en nombre de los otros tres, ha recordado que «Pablo Hasél sigue en prisión cuatro años y medio después».

«Muchas gracias a todos y a todas por estar aquí, frente a los juzgados», ha agradecido Majó megáfono en mano al centenar de personas que se han concentrado por la mañana frente al Palacio de Justicia. «Parece ser que los juzgados de Terrassa no funcionan, pero sus calles sí, están vivas y combativas», ha ironizado y animado el joven rubinense de treinta años. «Nosotros también podríamos ir hoy a defendernos y acusarles porque creemos que el derecho a la manifestación es irrenunciable y también recordarles que son ellos los culpables de que Pablo Hasél siga en prisión cuatro años y medio después», ha concluido ante los gritos de los concentrados a favor de su absolución.
Denuncia del retraso judicial por parte de la abogada
Por su parte, la abogada de los cuatro jóvenes, Eva Pous, de Alerta Solidària, ha manifestado entender la indignación de las personas que habían venido a apoyar a los encausados por este nuevo aplazamiento y gritaban «¡Vergüenza!». «Ayer, preguntamos incluso si todos estaban citados y nos dijeron que eso se vería en la sala», ha explicado Pous a los periodistas. «No podemos hacer nada más que denunciar este retraso judicial, que casualmente es solo porque no han citado a los testigos de la defensa», se ha quejado. A los cuatro jóvenes, la fiscalía les pide tres años de prisión, 4.500 euros de multa para cada uno y 11.500 euros de responsabilidad civil conjunta por un doble delito de desórdenes civiles y daños durante las protestas que ellos niegan.

Pous ha querido remarcar «todo el perjuicio que supone, no solo económico, sino también el desgaste emocional y psicológico para los chicos, las familias y el entorno más inmediato» que después de cuatro años y medio ahora se les vuelva a hacer esperar un año y medio más para el desenlace. «No es que las personas no hayan podido ser citadas porque hubieran cambiado de domicilio, sino que directamente no se ha intentado ni siquiera hacer la notificación», ha seguido denunciando la abogada. «Entendemos que es un mal funcionamiento del juzgado, la motivación, el origen del cual, no lo podemos decir nosotros», ha lamentado.
El testimonio de uno de los padres de los chicos encausados
Uno de los padres que ha acompañado a su hijo, Roger -los otros dos de Terrassa se llaman Joan e Ignasi- a la audiencia, ha explicado a MonTerrassa la inquietud que viven desde que hay el proceso abierto. «Vivimos con mucha incertidumbre, con noches sin dormir», confiesa este padre que añade que los hechos que se imputan a su hijo no se produjeron. «Simplemente fue un escarmiento», manifiesta de aquellas protestas por el rapero Hasél -encarcelado por enaltecimiento del terrorismo, calumnias e injurias a la Corona e instituciones del Estado-.
El padre de Roger recalca que no hay ninguna prueba contra su hijo, a quien se acusa de haber lanzado proyectiles, levantado barricadas y quemado contenedores cuando la protesta fue del Ayuntamiento de Terrassa hacia la comisaría de la Policía Nacional, en la calle de Baldrich. Este es el relato que nos hace: «Les detuvieron cuando ya había terminado la manifestación, cuando ya volvían a casa y se había disuelto todo. Marchaban por calles donde no hubiera lío para no encontrarse, precisamente, con problemas. En aquel momento, entraron tres furgonetas de los Mossos en la calle Cisterna. Dos bloquearon la calle y la del medio empezó a repartir golpes. Comenzaron a salir corriendo por allí y agarraron a los cuatro despistados que había».
Reclamación del Ayuntamiento por daños en pavimento y contenedores
Este martes no se sabe cuál habría sido la actuación del Ayuntamiento de Terrassa porque también se persona en la instrucción contra los cuatro jóvenes por daños en el pavimento y contenedores. En la instrucción, que se terminó en octubre de 2023, el Ayuntamiento reclama 2.978 euros de desperfectos en el pavimento y 5.870 euros por dañar contenedores de la empresa municipal Eco-Equip. Forma parte de esta petición de multa conjunta de 11.500 euros. «El Ayuntamiento podría presentar un escrito hoy mismo diciendo que retira cualquier petición de responsabilidad civil y el día del juicio ratificarlo», consideró la abogada Pous. El pasado viernes, precisamente, el pleno municipal aprobó una moción de solidaridad con los cuatro jóvenes y «preocupación» por Hasél en nombre del Ayuntamiento, con el acuerdo de Tot per Terrassa, Junts y ERC y, en la concentración de apoyo de este martes, estaban las concejalas de Junts Meritxell Lluís y Montserrat Caupena.

