El comité de empresa del Consorcio Sanitario de Terrassa ha denunciado una nueva agresión al personal sanitario. Los hechos habrían tenido lugar este lunes, día 27, en el Hospital Universitario de Terrassa. Y las víctimas serían dos profesionales del colectivo de administrativos sanitarios.
En un comunicado hecho público este martes, el Comité expone que “lamentamos que las agresiones al personal sanitario sigan fuera de control y nos preguntamos qué tiene que pasar para que las administraciones adopten medidas contundentes para erradicar esta lacra que añade aún más tensión a la labor del personal que trabaja en nuestro sistema público de salud”.
La última agresión ha incrementado el malestar que desde hace tiempo se arrastra, y por eso, los trabajadores están convocados este jueves, día 30 de octubre, a las doce del mediodía, a una concentración frente a todos los centros de trabajo para manifestar su “rechazo” a estos actos.
Brutal agresión a un facultativo en Rubí
El grave incidente llega días después de que un facultativo del CAP Anton Borja de Rubí, gestionado por el Consorcio Sanitario de Terrassa, recibiera varios golpes de pie y de puño por parte de un paciente. El profesional sufrió lesiones que requirieron asistencia médica y el incidente afectó emocionalmente a otros trabajadores presentes.
Desde el CST manifestó su «apoyo explícito» a la víctima y rechazó «cualquier muestra de violencia hacia las personas en el ejercicio de sus funciones». La entidad convocó una parada en las puertas del centro para visibilizar «la creciente preocupación ante el aumento de episodios de violencia en el ámbito sanitario y reclamar entornos de trabajo seguros y respetuosos».
Hay que recordar que el año pasado, personal del servicio de Urgencias del Hospital de Terrassa, a raíz de un parto con complicaciones vitales, fue atacado de manera feroz por parte de los familiares y acompañantes de los pacientes, quienes también destrozaron material hospitalario. Esta agresión sacudió a los profesionales que reclamaron, ya entonces, más «contundencia» y «mano dura» contra los agresores y reclamaron a Salud que pusiera fin a la indefensión del personal.
