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VIDEO Y FOTOS La masía de Can Montllor está abandonada

La masía de Can Montllor, a 150 metros a la derecha de la carretera de Castellar, después de pasar los grupos de Sant Llorenç, se encuentra hoy abandonada y cada vez más degradada. Las paredes están llenas de grafitos y se ha convertido en un verdadero estercolero, en un vertedero de todo tipo de residuos. Y también es una zona de botellones. Su emplazamiento era un cruce de caminos: el de los Monjes en dirección al convento de Santa Magdalena del Puigbarral y el Ral de Terrassa en Castellar del Vallès. En el siglo XII era conocido como el cortijo Isarn, nos explicaba el cronista local Joaquim Verdaguer. Vecinos de la ciudad han pasado y lo han denunciado, preocupados por el que le puede pasar a un elemento del patrimonio testigo del pasado rural de la villa egarense.

La masía de Can Montllor está abandonada y es un estercolero/Miki Romagosa
La masía de Can Montllor está abandonada y es un estercolero/Miki Romagosa

El año 1440 la pubilla del cortijo, Fransina Mosterol, se casó con Antoni Montllor

La documentación más antigua que se dispone del año 1209 hace referencia al cortijo Monteroles de Guillem Mosterol. El año 1440 la pubilla del cortijo, Fransina Mosterol, se casó con Antoni Montllor y pasa a denominarse con el nombre del nuevo llegado.

En el catálogo de edificios protegidos se hace la descripción siguiente: “Masía de planta rectangular, con planta baja, piso y buhardillas, cubierta a dos vertientes. Fachada principal perpendicular a la cumbrera y orientada a mediodía, de composición simétrica y clásica. Planta baja con portal de acceso cubierto por un atrio de entrada, que a la vegada hace apoyo del balcón del primer piso mediante columnas redondas de ladrillo. En el primer piso se abren tres balcones de idénticas proporciones. A las buhardillas se abren tres ventanillas centradas y dos laterales según el ritmo vertical de agujeros. Toda la fachada está delimitada por líneas de imposta y lesenes verticales que reflejan los tres cuerpos estructurales del edificio. El tratamiento es con relevos de ladrillo visto a todas las aperturas, molduras de cemento de imposta y lesenes y el resto es estucado de color claro. Junto al edificio principal se añaden otros como dependencias del cortijo; el cuerpo lateral derecho es construido siguiendo el mismo lenguaje que el edificio principal. La imagen actual es debida a las reformas de principios de siglo”. En la fachada hay un reloj de sól cuadricular, un elemento habitual en las masías del término municipal.

La masía de Can Montllor está abandonada y es un estercolero/Miki Romagosa

Agencia y depósito de bombonas de gas butano

Durante los años sesenta y setenta el edificio se utilizaba como agencia y depósito de bombonas de gas butano, desde dónde, en camiones, se distribuía en la ciudad. A finales del siglo XX se utilizaba como restaurante.

La zona había sido siempre agrícola y la primera casa que hubo a raíz de la carretera fue un bar que daba servicio a los soldados del campamento militar. El resto se fueron edificante a raíz del bar ante el Grupo Sant Llorenç, a la otra banda de la carretera de Castellar, aprovechando los servicios que ofrecía el hecho de estar cerca del mencionado grupo viviendas. El barrio en general es un conglomerado de naves industriales. Actualmente forma parte de tres barrios unidos en una sola asociación de vecinos: el barrio de las Arenas, la Grípia y Can Montllor.

La masía de Can Montllor está abandonada y es un estercolero/Miki Romagosa
https://www.youtube.com/watch?v=i2-cgj2drpg

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