El pasado día 12 de julio, Terrassa sufrió un fuerte temporal. Entre las cuatro y las seis de la tarde, la oscuridad cubrió la ciudad y unas ráfagas de viento con abundantes precipitaciones invadieron las calles. Las llamadas a los servicios de emergencia se dispararon. Árboles caídos, contenedores volcados, inundaciones de sótanos… las consecuencias fueron muchas. Aunque, por suerte, no se lamentaron daños personales.
Uno de los perjudicados fue el mástil que sostenía la bandera española. No pudo resistir los embates y se dobló, haciendo que la insignia se perdiera. Tampoco salió bien parada la bandera de Terrassa, que quedó rasgada. Los Bomberos de la Generalitat fueron los encargados de hacer una primera revisión, ya que todo apuntaba a que el mástil dañado corría el riesgo de caer sobre el Raval de Montserrat. En un primer momento, se decidió retirar las enseñas afectadas, dejando ondear la catalana y la europea. Finalmente, sin embargo, se optó por retirarlas todas.

Con una grúa se revisará el estado de todos los mástiles
Han pasado unas semanas y su ausencia puede llamar la atención de los transeúntes. Desde el gobierno municipal confirman a MónTerrassa que las banderas «se han retirado todas por precaución». Está previsto que en las próximas semanas, con la ayuda de una grúa, técnicos revisen el estado de cada uno de los mástiles. Una vez hecho el análisis pertinente, se procederá a su reparación. Sin embargo, a 8 de agosto de 2025, aún no hay un calendario concreto de reposición.
La Ley obliga a los Ayuntamientos a hacer ondear la bandera de España. Incluso el protocolo marca en qué posición debe colocarse en caso de que se quiera poner más. La de España debe ser «la preferente y de mayor importancia», y, por tanto, debe ocupar el lugar del medio. A continuación, irá la bandera de la comunidad autónoma. Y, en tercera posición, la del municipio. En Cataluña, por tradición, también se coloca la bandera europea, siempre al otro lado.
Las circunstancias de Terrassa, sin embargo, son excepcionales, ya que están motivadas por motivos de «seguridad». El hecho de que haya coincidido en un período estival y que sea una actuación de carácter imprevisto también hacen que todo se ralentice. Sin embargo, tarde o temprano, volveremos a ver los mástiles con las banderas correspondientes.


