A pesar que Terrassa siempre se ha colgado el hashtag de ciudad laica, la religión -especialmente con la católica- siempre ha estado presente en la vida del municipio. Con el franquismo esta relación se estrechó pero una vez pasada la dictadura, son muchas las tradiciones y festividades que se siguen celebrando. Si quieres saber los cambios en el nomemclàtor egarense durante la República, la dictadura y la democracia, clica aquí.
Uno de los aspectos en que se hace patente el peso del cristianismo en la ciudad lo encontramos en el nomenclador. Terrassa cuenta con 11 calles o plazas dedicados a curas u obispos, pero además, también hay hasta seis viales con el nombre de “padres” y dos con el nombre de “cardenales”. En total pues, hasta 19 viales repartidos para todos los distritos y barrios vinculados a personalidades del ámbito religioso, Algunos de esta veintena de protagonistas tuvieron algún vínculo con Terrassa, pero la gran mayoría no. Hay que decir que no sumamos los dedicados, por ejemplo, a Germà Joaquim o a las Josefines, ni tampoco la undécima de viales dedicados a madres de dios o el más de un centenar a santos y santas.
Los protagonistas
Padre Àngel Rodamilans y Canals (Sabadell, 1 de mayo del 1874 – 27 de julio del 1936), que fue sacerdote, monje benedictino, compositor y organista, especialmente de música religiosa. Víctima de la persecución religiosa del inicio de la Guerra civil española, ha sido proclamado sirviente de Dios y beatificado en 2013 como uno de los 522 mártires de la Beatificación de Tarragona. Tiene dedicado una calle a Can el Anglada.
Antoni Batlle y Mestre (Sitges, 31 de julio de 1888 – Barcelona, 26 de noviembre de 1955) fue un sacerdote y pedagogo catalán que se convirtió en el grande impulsor del el escultismo católico en Catalunya. Tiene dedicado una calle en el Distrito 6.
Jacint Verdaguer y Santaló (Folgueroles, Osona, 17 de mayo de 1845 – Vallvidrera, 10 de junio de 1902) fue un presbítero y destacado poeta en lengua catalana. Verdaguer es una de las grandes figuras de la Catalunya moderna. Poeta romántico, situó la lengua catalana en la categoría de lengua literaria. Tiene una plaza dedicada en el barrio Centro.
Padre Josep Pons y Rabadà, del Hospital del Espíritu Santo de Santa Coloma de Gramenet, para tuberculosos, fue creador junto con el doctor Jordi Anguera. Tiene dedicada una calle en el barrio de Les Fonts.
Padre Josep Tatcher y Dinarès, padre de la parroquia de Caldes d’Estrac, era natural de Terrassa y tenía la voluntad de ceder en la ciudad su colección de antigüedades y su monetario. Es por este motivo que en 1930, estableció contacto con Salvador Cardús, secretario del Patronato de la Biblioteca-Museo Municipal Soler y Palet. Murió de un paro cardiaco. Tiene dedicada una calle en el barrio de Sant Pere Norte.
También en el nomeclàtor encontramos Padre Joan Fortuny, con una plaza dedicada en Can Aurell. O Padre Pursals, con una calle en Sant Pere. La ciudad ha dedicado un vial a dos cardenales. Se trata del Cardenal Cisneros, religioso franciscano y asesor de estado, que fue el tercer Inquisidor general de Castilla y regente en la muerte de los reyes Felipe I y Fernando el Católico. Y Cardenal Isidre Gomà, el cardenal primate de España durante la Guerra Civil, en la cual ocupó un destacado papel protagonista apoyando a la banda sublevada.
En cuanto a la lista de “Padres”, el más destacado es el jesuita egarenc Jacint Alegre Pujals que tiene dedicada la Rambleta del Padre Alegre, en los barrios de La Cogullada y Seglo XX. Alegre es conocido para ser el impulsor del Cottolengo, una institución religiosa que atiende enfermos terminales.
En el mismo barrio del Seglo XX, encontramos Padre Font. El resto de protagonistas en esta categoría son: Padre Alexandre, con una plaza en el barrio de Las Arenas-La Grípia-Can Montllor; Pare Llaurador, un fraile llamado Pare Llaurador, del Convento de los Recoletos de Terrassa, que en 1713, en los tres días en que la villa fue ocupada por las tropas castellanas y francesas, se distinguió para mitigar las represiones que se hicieron entre la población, posee una calle entre Can Aurell y La Maurina; Padre Millán, sacerdote escolapio e introductor del baloncesto en Catalunya, con una calle que transita entre Can Roca y Poblenou-Zona Deportiva; y, finalmente, Padre Xiberta, vinculado a los carmelitanos y que murió en Terrassa, con una plaza ubicada en Poblenou-Zona Deportiva.
Nombres polémicos
En Terrassa también hay pero nombres religiosos que no están excempts de polémica. Además del cardenal Cisneros vinculado a la Inquisición española, también tenemos dos viales dedicados a Obispos, ambos relacionados con el pasado franquista de la ciudad. Por un lado, el Obispo Castelltort, obispo que ejerció durante los años 1957-60 y que cuenta con una avenida en el barrio de Ègara; por la otra, el Obispo Sanahuja, obispo durante los años 1944-70, y que forma parte del nomeclàtor con una calle en Les Fonts.
Y, además, actualmente todavía hay calles dedicadas a aquellas personas que el régimen consideró “caídos por Dios y miedo España”, entre los cuales encontramos dos mossèns: Padre Josep Moncau (con una calle y un pasaje en el barrio de la Cogujada) fue el primer rector de la parroquia de la Sagrada Familia de Terrassa, y Padre Parramón (con un puente y una calle en Les Fonts).