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Terrassa, ciudad de acogida y partida en el camino del exilio republicano

Terrassa fue una ciudad destacable y muy importante en los caminos del exilio republicano durante la Guerra Civil Española (1936-1939). El municipio acogió miles de personas del resto del país, pero también vio como muchos egarenses tuvieron que huir de la ciudad. Así lo explicó Mariona Vigués, historiadora, presidenta del Rotary Club de Terrassa y Terrassense del Año 2010, en una charla sobre los caminos del exilio republicano celebrada ayer jueves al Casal de Sant Pere.

El acto fue organizado por los Cants de Llibertat con motivo del viaje que organizará la entidad el fin de semana del 13 y 14 de abril para visitar una ruta del exilio en La Vajol, La Junquera y llevar la cultura popular a Pesillà de la Ribera.

Los refugiados en Cataluña a partir del 18 de julio de 1936

El acto reunió unas sesenta personas que escucharon como Vigués explicaba las rutas, historias y detalles del que sufrieron muchas personas que tuvieron que marchar de casa. La historiadora destacó que “es importante hablar de refugiados no solo a partir del año 1939, sino a partir del mismo 18 de julio de 1936”.

Charlada de Mariona Vigués, «1939: Los caminos del exilio republicano», organizado por los Cantos de Libertado | Cantos de Libertad

En Cataluña, por ejemplo, el verano de 1936 había una gran cantidad de colonias escolares de niños procedentes de diferentes zonas del país que tenían que ser reagrupados con su familia, o técnicos o funcionarios de la República que venían de la delegación de Madrid. Y como ellos, muchas más personas que ya se podían considerar refugiadas. “Todas estas personas ya su refugiadas, no hay que esperar a que pasen la frontera para empezar a hablar de refugiados”, explica.

El noviembre de 1937, se registran 568.254 refugiados en Cataluña procedentes de todo el país. A mediados de 1938, el número llega a 702.000, y el número fue incrementando a finales de 1938 hasta llegar a casi el millón de desplazados. 

Terrassa, ciudad de acogida

En el caso de Terrassa, el censo de 1 de enero de 1936, cuando todavía no había empezado la guerra, es de 47.410 personas. El primer censo franquista, del año 1940, registra 45.081 personas. Es decir, 2.329 personas menos. A pesar de la gran cantidad de personas desplazadas que llegaron a Terrassa, la cifra de habitantes cae.

Vigués expuso más datos relevantes sobre Terrassa (extraídas de Joan Serrallonga Refugiats y Desplazados dentro de la Cataluña en Guerra, 2004). El número de refugiados a finales de 1936 era de 386 en nuestra ciudad (un 0,8% respeto la población del censo del año 1936), cifra que aumentó hasta 490 el abril de 1937 (un 1% de la población). Ahora bien, el aumento más importante fue a finales de 1937, cuando ya había más de 2.000 desplazados (un 4,3%). Este aumento, en gran parte, se debe al gran número de refugiados que llegaron procedentes del País Vasco. En agosto de 1938, ya había 3.290 refugiados (un 6,9%) y el diciembre de 1938 ya eran 3.447 (7,3%). 

Si hablamos de refugiados en Terrassa, hay que mencionar Can Guix, el centro de refugiados situado en la calle de Mas Adei cerca de la Estación del Norte. Muchos refugiados se quedaron en este espacio, mientras que otros se quedaron con familias. Según expone Vigués, a diferencia otras ciudades catalanas, «en Terrassa no se ha encontrado nadie que cobrara para acoger refugiados a casa».

Charlada de Mariona Vigués, «1939: Los caminos del exilio republicano», organizado por los Cantos de Libertad | Laura Gómez

En explicando estos datos, Vigués destacó la importancia de recordar que, detrás de cada número, hay un nombre, una cara o una familia con una historia. Entre estos, nombres destacados terrasenses como Agustí Bartra o Anna Murià.

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