MónTerrassa
Soler: «La lucha por los derechos y libertades LGTBIQ+ debe estar bien documentada»

Terrassa ha comenzado a trabajar para hacer realidad el futuro Archivo LGTBIQ+. Con motivo del décimo aniversario del Pacto DASIG se realizó un acto de cesión simbólica de recursos materiales en este nuevo instrumento, que debe permitir preservar la memoria colectiva del movimiento LGTBIQ+ en la ciudad. Activistas como Lluís Rambla (Front d’Alliberament Gai de Catalunya – FAGC), Roser Ampurdanès (Dona més Dona), Ángeles Ruiz y Gema Sánchez (Associació ACORD) han contribuido con materiales personales que enriquecerán este futuro espacio de memoria.

El archivo LGTBIQ+ será integrado en el Archivo Histórico de Terrassa, hasta ahora dirigido por Joan Soler -que ha asumido esta semana el cargo de secretario técnico de la GAIP – Comisión de Garantía del Derecho de Acceso a la Información Pública-, con la colaboración del investigador en memoria LGTBIQ+ João França. El acto también contó con la participación de Imma Vilches, directora de Terrassa Arts Visuals, que ha colaborado en el proceso de creación y visibilización de este proyecto cultural y de memoria.

«Estamos recopilando, sobre todo, documentación de los años 70 a los 90»

Para conocer un poco mejor cómo será este Archivo, la importancia que tiene y qué podremos encontrar, MónTerrassa ha hablado con Joan Soler Jiménez, director del Archivo Histórico de Terrassa.

¿Qué es el Archivo LGTBIQ+?
Lo que hemos presentado es el inicio de la creación del archivo LGTBIQ+, de la ciudad de Terrassa, que era una tipología de archivo que no teníamos y que otras ciudades como Barcelona o Valencia ya estaban creando. Entonces, somos una de las primeras ciudades que hemos decidido recoger toda la documentación de los movimientos, de los activismos, de las personas que han estado reivindicando estos derechos desde los años 70 hasta el principio del siglo XXI.

¿De dónde surge esta necesidad?
Hasta ahora, teníamos una documentación que residía en algunas instituciones, pero, sobre todo, en muchas casas particulares. Lo que creamos es esta suma de documentación para que cualquier persona que quiera estudiar todo este fenómeno de manera completa tenga un solo lugar donde poder consultarlo. Esto nace de una iniciativa de la concejalía de Cultura que realizaron una exposición sobre estos movimientos y se encontraron que no había documentación.

¿Y qué se hizo?
Comenzaron a llamar a casas de personas que habían estado implicadas en diferentes movimientos y ahí es donde empezó a aparecer la documentación. Es decir, que si solo documentáramos o explicáramos la historia de estos movimientos solo con la documentación municipal creada por el propio Ayuntamiento, tendríamos un sesgo en el que probablemente no explicaríamos nada realmente profundo de lo que se busca en todo esto.

En este Archivo, ¿qué tipo de materiales podemos encontrar? ¿Fotografías? ¿Documentos? ¿Videos?
Sobretodo fotografías, carteles… Lo que nos está llegando ahora sobre todo es la documentación de los años 70, 80 y 90, por lo tanto, mayoritariamente en papel y, básicamente, es documentación de solicitudes para que sean reconocidos los derechos, muchos carteles, muchos actos, mucha movilización. A partir del 2000, lo que sí que nos hemos encontrado ya es mucha fotografía digital, hay una parte de vídeo, pero esta parte es la que ahora vamos empezando a recopilar. Es una acción que comienza y que lo dejamos abierto para que se vaya construyendo. Este es el paso que damos.

El testimonio oral, ¿han pensado en incorporarlo?
El testimonio oral se ha hecho con otras actividades de este estilo y no descarto la posibilidad de que podamos hablar con algunas de las personas que han estado más implicadas en todo esto y les podamos hacer una entrevista como se ha hecho, por ejemplo, con la memoria democrática, la memoria histórica, la memoria vecinal, la memoria rural… La memoria de estos movimientos probablemente podremos hacer estas entrevistas e incluirlo en todo este legado.

Es un archivo en el que tiene mucha presencia el tema histórico de derechos civiles, pero también hay una parte más cultural o lúdica del movimiento?
Son las dos cosas. La parte de derechos y de defensa y de lucha por los derechos es fundamental que esté documentada y que no tengamos solo la documentación propia del Ayuntamiento, sino que haya la de la sociedad civil. Y luego la parte cultural es básicamente cómo se expresan todos estos movimientos. Al final hacen actividades culturales pero con el trasfondo de reivindicar y luchar por todos estos derechos. Una cosa suma a la otra.

¿Cómo ha sido la respuesta?
Muy, muy positiva. La gente enseguida ha entendido el mensaje que había detrás, les ha gustado que sea una novedad, les ha gustado sentirse comunidad, porque a veces se preguntan, nosotros que somos activistas, ¿somos un movimiento, qué somos? Son personas que actúan como comunidad y que tienen unos objetivos comunes. Sean, digamos, del género que sean y como se sientan, etc. Nosotros como archivo les ofrecemos los servicios que habitualmente ya hacemos, pero, además, lo que hemos hecho es unirnos a su comunidad, por así decirlo.

Esto será la base de muchos estudios e investigaciones.
Exacto. Ahora ha habido exposiciones que se han hecho, hay un estudio que ya se ha terminado que saldrá en la revista Terme a principios de año. Sobre todo esta movilización desde los años 70 hasta el principio del 2000. Este estudio ya se ha encargado y ya está redactado y presentado. Y la ventaja de tener todo este material es que podemos seguir investigando y haciendo cosas.

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