MónTerrassa
Reconocimiento a la labor del voluntariado del Consorci Sanitari de Terrassa

El Hospital Universitari de Terrassa acoge un acto para reconocer la labor del voluntariado del CST coincidiendo con el Día Internacional del Voluntariado, el 5 de diciembre. La sala de actos Joan Costa Roma fue el escenario. La labor de las personas que ofrecen su tiempo y sus conocimientos de manera desinteresada contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

El voluntariado del Consorci Sanitari de Terrassa se puede encontrar en los servicios de cuidados paliativos, Geriatría y psiquiatría, en el pabellón Hospitalario Penitenciario, en el Hospital de Sant Llàtzer y en la Llar Sant Llàtzer, en los Centros de Atención Primaria, en el Ámbito de Salud Mental y en la Unidad de Mecenazgo. En total más de un centenar de personas que acompañan a los pacientes o residentes ingresados, ofreciéndoles compañía, conversación, paseos, acompañándolos a las visitas médicas, dinamizando actividades.

También hay voluntariado corporativo, que realiza actividades diversas, como trabajadores de Kern Pharma (organizan un bingo un jueves al mes en la planta de convalecencia del Hospital Universitari de Terrassa), Abacus (realiza un taller de lectura en el Hospital Universitari de Terrassa y en la Llar Residencial Sant Llàtzer) o el Museu de la Ciència i la Tècnica de Terrassa (MNACTEC), con visitas guiadas para los usuarios del Servicio de Rehabilitación Comunitaria de Terrassa y el de Rubí, el Hospital de Día de Salud Mental de Terrassa y la Llar Sant Llàtzer.

La inauguración del acto estuvo a cargo de August Sáenz, presidente del CST; Antònia Villalba, directora de Enfermería y presidenta de la Comisión de Humanización del CST y Elena Martínez, coordinadora del Programa Voluntariado CST.

La Dana en Paiporta

August Sáenz inició su discurso hablando de la DANA en Paiporta, mencionando la experiencia del autor valenciano Santiago Posteguillo, cuando vio que en pocos minutos las calles eran ríos. «Por la noche pensó que al día siguiente llegaría ayuda, y al día siguiente no había nadie. Ni al otro, ni al otro. Y el 1 de noviembre todavía no había nadie, a excepción de los voluntarios que iban llegando para sacar barro y escombros.» Sáenz afirmó que, con esta explicación, quería poner en valor la labor de los voluntarios de Valencia, que son «el paradigma de la conducta positiva del voluntariado, que también se puede trasladar al voluntariado de la sanidad. El entorno es diferente pero el espíritu es el mismo, el ánimo de ayudar es el mismo. Los trabajadores para el voluntariado sanitario tenéis voluntariedad, queréis ayudar al prójimo de forma altruista.»

Antònia Villalba, por su parte, recordó que el CST tiene voluntarios de entidades desde los años 80 y la dirección del CST manifestó la intención de poder tener un programa de voluntariado propio. «De eso ya hace doce años y ha ido evolucionando y da muchísima satisfacción tanto a los pacientes, como a los voluntarios y a los profesionales. Como presidenta de la comisión de Humanización del CST quiero agradeceros la importante labor que hacéis de acompañamiento, de apoyo, de escucha a los pacientes y a sus familias.»

Villalba también quiso poner en valor la apuesta del CST en los últimos años creando la comisión de humanización de la asistencia, «con la idea de mejorar la atención a nuestros pacientes. De hecho se convirtió en una de las líneas del Plan Estratégico, que termina este año, y ahora sigue siendo una línea muy importante en el planteamiento del nuevo Plan Estratégico. Dentro del paraguas de la humanización hay muchas acciones, pero los programas de voluntariado son una de las bases de la humanización de la asistencia.»

Rosa Chito, trabajadora social del Hospital Universitari de Terrassa, ofreció una actuación musical.

A continuación tuvo lugar ‘El voluntariado escribe’, dinamizado por Silvia Igón, voluntaria del Hospital Universitari de Terrassa. También tuvo lugar la lectura de obra propia, con Sandra Camacho, voluntaria del Hospital de Sant Llàtzer; Ignasi de Bofarull, voluntario del Hospital Universitari de Terrassa y Francisco Latorre, voluntario del Hospital Sant Llàtzer.

El acto finalizó con una “Ventana poética”, con Noemí Morral, poeta, ilustradora y rapsoda y Montserrat Morral, pianista, profesora y musicoterapeuta y, después, una merienda para todos los asistentes, que también fueron obsequiados con una libreta artesanal elaborada por personas con diversidad funcional de LaFact.

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