El Hospital Universitario Mutua de Terrassa ya emplea unos nuevos guantes concebidos para la práctica sanitaria que se caracterizan por su elevada tasa de biodegradación. A diferencia de los más convencionales y tradicionales, los cuales tardan alrededor de 5 años en biodegradar-se, los de nitrilo con los que trabajan los profesionales sanitarios cuentan con una tasa de biodegradación del 90% en poco más de un año y medio.
Diseñados por todos aquellos procedimientos que requieren contacto o exposición a fluidos corporales sin necesidad de esterilidad, los guantes en cuestión contienen un aditivo orgánico especialmente susceptible a la degradación producida por los microorganismos de los vertederos.
Las bacterias consumen los guantes a través de digestión anaeróbica
En este sentido, una vez las mencionadas bacterias consumen los guantes a través de digestión anaeróbica, excretan una enzima que disuelve y actúa sobre ellos mediante la despolimerización y permitiendo que se degrade el material restante de forma natural.
Concebidos para proteger a los profesionales por la prevención de infecciones ante bacterias, hongos, virus, sustancias químicas y citostáticos, los nuevos guantes también contribuyen a evitar la incineración de residuos, la cual emite toxinas que perjudican a la calidad del aire y también supone un incremento de los gases de efecto invernadero.
Desde la adhesión, en 2020, en los acuerdos voluntarios con la Generalitat de Catalunya para la reducción de los gases de efecto invernadero, Mutua de Terrassa está profundizando en su estrategia de desarrollo sostenible en el marco de su Compromís Verd. El objetivo es reducir el impacto ambiental de su actividad, consolidar los principios de la economía circular, hacer un uso más eficiente de los recursos y apostar por sistemas de ahorro de agua y energía, por las energías renovables y mejorar su gestión ambiental, todo ello con la voluntad de ser referente hacia la ciudadanía y otras entidades de los sectores en los que la entidad está presente.
