Terrassa se encuentra inmersa en un proceso de investigación exhaustiva de nuevos espacios que puedan acoger el servicio de atención a la salud mental. Actualmente, la ciudad ya posee un CSMIJ (Centro de atención a la Salud Mental de Niños y Jóvenes), gestionado por MútuaTerrassa, pero desde el Consistorio y desde Salut consideran que no hay suficiente.
“Tenemos detectado, desde hace tiempo, que nos hacen falta más recursos de atención a la salud mental. La Generalitat lo sabe, y todo el mundo es consciente”, ha manifestado a
Aun así, la ampliación del CAP Nort no va tan deprisa como se querría y podríamos estar hablando de unos cuántos años hasta que el edificio fuera una realidad. Por eso, la preocupación de las familias y de la administración local es, “mientras tanto, qué?”. Pues, mientras tanto, el Ayuntamiento se ha propuesto buscar espacios alternativos y provisionales que puedan resolver esta necesidad.
No demasiado grandes y que se pueda entrar ya
“Hemos empezado la investigación de locales que tengan los metros adecuados y que estén a disposición de utilizarse sin hacerse grandes reformas”, ha explicado Rivas. Estos serían los dos principales condicionantes que han puesto desde el Consorci Sanitari de Terrassa. “Hemos buscado y buscado entre todos los locales vacíos que hay en la ciudad, pero el mercado inmobiliario está disparado. Quedan solo locales muy grandes o locales que necesitan una inversión demasiado grande al rehabilitarlos, o bien, tienen un alquiler inasumible”, ha lamentado. Para intentar agilizar la investigación, el gobierno también se ha reunido con entidades bancarias para ver la disponibilidad que tienen para alquilar alguno de los locales vacíos.
Rivas es consciente que el tiempo apremia, y que las familias están desesperadas. “Sabemos que querrían que el nuevo centro entrara en funcionamiento mañana, pero no podrá ser así, no será rápido. Aun así, y estamos encima y lucharemos donde haga falta para conseguirlo”.
La buena noticia es que tanto Ayuntamiento como Salut están de acuerdo en que “en Terrassa nos hace mucha falta un segundo servicio, también porque desde el Centro de Salud Mental de Sant Llàtzer se nos ha dicho que el edificio se les ha quedado pequeño”. El espacio va escaso. También los profesionales. “Tenemos el compromiso del CST que saldrán adelante con el servicio provisional si la Generalitat apuesta, porque también tienen problemas en la misma línea al CSMIJ de Rubí”, sentencia la regidora.