El Hospital Universitario de Terrassa acogió la semana pasada el Acto de Reconocimiento al Voluntariado del Consorci Sanitari de Terrassa (CST), una celebración que pone en valor la «dedicación, la sensibilidad y el compromiso de todas las personas voluntarias que colaboran en los diferentes servicios y centros del CST», recalcan. El acto coincidió con la conmemoración del Día Internacional del Voluntariado, que se celebra el 5 de diciembre en todo el mundo.
Actualmente, más de un centenar de personas forman parte del servicio de voluntariado del CST, quienes hacen compañía a pacientes ingresados, acompañan a visitas, conducen actividades, conversan, pasean y aportan calidez a momentos personales y sanitarios a menudo complejos. Dan cobertura al Hospital Universitario de Terrassa (Cuidados Paliativos, Geriatría, Psiquiatría y Pediatría), al Pabellón Hospitalario Penitenciario, al Hospital de Sant Llàtzer y la Llar Sant Llàtzer, a los Centros de Atención Primaria y en el Ámbito de la Salud Mental.
El acto comenzó con la intervención de Núria Pagès, directora de Atención a la Ciudadanía y Experiencia de Paciente del CST y Elena Martínez, coordinadora del Servicio de Voluntariado del CST que destacaron el papel transformador del voluntariado en el modelo de atención humanizada del CST. Pagès también resaltó que, aunque la pandemia interrumpió temporalmente muchas iniciativas, reforzó el sentido del programa. «La crisis de la Covid lo puso a prueba, pero también nos hizo comprender aún más la importancia del voluntariado, de la presencia y del cuidado. Trabajamos con fuerza para reactivarlo y darle un nuevo impulso. Y lo hemos conseguido», manifestó.
Durante la jornada también se presentó el Proyecto Robots de la Fundació Barça, una iniciativa que permite a niños ingresados interactuar con los jugadores del club blaugrana a través de los robots o hacer visitas virtuales al Museo del Barça. Natàlia Requena, coordinadora de Voluntariado de la Fundació Barça; Marisa Carnicer, responsable del proyecto; y David Barba, voluntario del proyecto, fueron los encargados de presentarlo. Posteriormente, se presentó el libro ‘Donde hay que estar‘ de Francisco Latorre, voluntario del Hospital de Sant Llàtzer.
La jornada finalizó con una merienda para todos los asistentes, que recibieron como obsequio una libreta artesanal elaborada por personas con diversidad funcional de LaFact.
