Esta semana se ha conocido que ya hay una fecha concreta para el cierre definitivo del restaurante de La Mola, situado en un antiguo monasterio benedictino y en el punto más alto del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. Parece que no hay vuelta atrás. Más de 20 personas se quedan sin trabajo y no se sabe que pasará con las mulas que suben y bajan la comida y la basura. La Mola, y el parque, perderán uno de sus grandes emblemas, un lugar único donde solo se puede llegar a pie, y famoso en todo el mundo, un lugar que hasta ahora era de obligada visita. El día del cierre es el 20 de enero de 2024.
Uno de los argumentos -además del final de la concesión, que cuando se firmó el documento entre los actuales gestores y la Diputación ya se dijo que era improrrogable- es que contribuye a la masificación.
Según ha podido saber Món Terrassa, echan a los actuales gestores del espacio, y se abrirá un proceso donde mirarán de ponerse de acuerdo tres estamentos, la Diputación, la Generalitat de Cataluña y el ayuntamiento Matadepera para decidir cuál es el destino final del edificio. Que podría pasar por un nuevo servicio de bar, más que de restauración como el que ahora hay.
La administradora ha escrito a Facebook: «La solución es cerrar, en lugar de mantenerlo abierto mientras se estudia y se hace el proyecto, poner seguridad privada (pagada con dinero público), esto teniendo gente arriba en la cumbre desde hace 57 años (mucho antes que la Diputación llegara) que quiere La Mola y la cuida. Con esto consiguen que 20 familias vayan a la calle, que las mulas y burros no sepamos cuál será su destino y que el entorno quede sin vigilancia, desprotegido y en ruinas como otros muchos edificios catalogados como patrimonio».
Comisión Consultiva
Este jueves, 30 de noviembre, la Comisión Consultiva del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y l’Obac se reúne en sesión extraordinaria, en el Ayuntamiento de Matadepera, con el diputado de Espacios Naturales e infraestructura Verde, Xesco Gomar, y el alcalde del pueblo, Guillem Montagut, presentes.
La Comisión Consultiva està presidida por el diputado Xesco Gomar. Este órgano de gestión cuenta con la participación de 16 representantes de las entidades de los diferentes sectores, tres del Consejo Coordinador y dos de la Diputación de Barcelona.
La desaparición ha generado miles de comentarios a favor y en contra. El negocio abrió hace 57 años. Una de las responsables, Gemma Gimferrer, escribió un comunicado explicando la situación, y abrió la caja de los truenos. El mensaje voló por las redes sociales. Hasta el punto que la Diputación respondió con celeridad.
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