El ingeniero empresario y asesor de empresas Ramon Roset tiene unas imágenes grabadas de la riada de 1962 en Terrassa que nunca olvidará. La peor tragedia natural que ha vivido la antigua villa egarense. «Entre muertos y desaparecidos, unos dicen que 1.200 personas, otros 1.600. Los últimos datos son unos 300 muertos en Terrassa, de los cuales 72 en la Rambla. Yo pienso que fueron más. Los 300 diría que ya los vi tendidos en el Cementerio. Es que realmente todavía tengo una visión ahora: la fila de cuerpos tendidos que había allí en el suelo. Pero no era una, varias filas, no sé cuántas. Al Cementerio de aquí en Terrassa fui una vez porque, como les enviábamos ayuda, quería ver las necesidades que tenían. Fui una vez y tuve suficiente.» Ramon Roset fue el primer responsable del almacén que recibía y distribuía toda la mercancía que llegaba de todas partes para satisfacer las necesidades de la población afectada por las inundaciones. Y vivió situaciones extrañas, como la desaparición por arte de magia de camiones que debían llevar material para ayudar a los damnificados.
Los voluntarios necesitaban beber más de lo recomendable
«Porque necesitabas valor, coraje, necesitabas… no sé qué necesitabas. La mayoría de los licores que nos llegaron iban a parar al cementerio de Terrassa. Se los dábamos a los trabajadores, porque si no estaban bebidos, no se podía resistir aquella situación. Pensemos que tantos muertos, después de días, estaban en proceso de descomposición. Quiero decir que no era como ahora, que les hacen la autopsia, los miran… Entonces, se les lavaba un poco como se podía, porque tampoco había suficiente agua. Hacía un hedor terrible. Quiero recordar a Antonio. Un voluntario cualquiera, pero una persona con mucho carácter… No era famoso ni se conoce su historia. Supongo que, como era 8 o 10 años mayor que yo, tal vez ha muerto. Para aguantar lo que aguantó este hombre con los cadáveres había que tener valor. A este sí que se le debían poner todas las medallas».

Roset recuerda que un día se enfadó con los responsables del almacén. «Porque se acababa el coñac. Y claro, si no iban medio borrachos, los voluntarios, era imposible trabajar. Tenían que ir drogados, bebidos. Porque era imposible aguantar lo que aguantaron aquellas personas. Y él, Antonio estuvo desde el primer día hasta el último.» Los voluntarios dedicaban horas y más horas, de día y de noche.
En Valencia han sufrido una situación similar con la Dana. Roset ve algunas diferencias: por ejemplo con la cantidad de barro que se ve en las imágenes de televisión. En Terrassa, «el agua corrió más. Y el barro fue más abajo. Pero muchas de las imágenes sí que me llevan al 62: como los coches amontonados, el agua… No había muchos en la ciudad. No todo el mundo tenía vehículo en aquellos tiempos y estaban bien guardados.
Museo Nacional de Ciencia y Técnica de Cataluña, Vapor Aymerich Amat i Jové
La entrevista a Ramon Roset se ha grabado en el Museo Nacional de Ciencia y Técnica de Cataluña, el Vapor Aymerich Amat i Jové, pero en aquella época había también la Manufactura Auxiliar, que prácticamente estaban en el mismo edificio. Estaban separadas. Aymerich y Amat era la empresa donde el día de la tragedia él debía llevar el trabajo que había hecho para organizar y poner todas las medidas de trabajo y los incentivos.
«En la nave de los telares prácticamente no quedó nada. Cerca estaba Amorós y Montaner. El vapor quedó arrasado. En Manufactura Auxiliar, algunas máquinas resistieron más y quedó alguna de pie. En el resto del edificio solo quedaron las bancadas y los hierros que sostenían. El personal se pudo salvar porque el despacho donde se hacían las órdenes de fabricación, y los estudios de muestras y de plegado, estaba en un desván, dentro del mismo edificio. Y la gente pudo subir arriba y salir por las ventanas, que daban a la calle, entonces llamada Alcázar de Toledo.

Una entrevista a Ramon Roset
Esta es la tercera de cinco entregas de la entrevista realizada al ingeniero terrassense-matadeperense, asesor de empresas y empresario Ramon Roset, en el Vapor Aymerich, Amat i Jover, hoy Museo Nacional de la Ciencia y de la Técnica (MNACTEC). Al final, os ofreceremos el vídeo completo, grabado en un escenario especial, donde él trabajaba y uno de los que resultó afectado por el agua que bajó por la rambla de Ègara.