El Ayuntamiento se propone proteger la viña de la cepa Terrassench del ataque de los jabalíes y de los incívicos. Por eso, para evitar daños que sean causados por humanos o animales, el gobierno ha iniciado la licitación para reforzar el cierre de la finca vitícola de Mossèn Homs. También se busca de este modo “garantizar el rendimiento de la explotación”.
En este sentido, desde los servicios de Medio Ambiente han redactado una memoria técnica con el objetivo de “reparar y reforzar el cierre”, que consistiría en la reparación de los agujeros del cierre existente y al reforzarlo. Las obras tienen un presupuesto de poco más de 11.500 euros (sin IVA), y tendrán un plazo de ejecución de 1 mes. Hay tres empresas que se han presentado al concurso y se espera que en los próximos días se informe de la ganadora.
El Terrassench, un proyecto que arranca el 2021
Fue el pasado mas de enero de este año que se plantaron 300 cepas de Terrassench sobre un suelo franco-arcilloso de pies Richter 110 y 41B. Un proyecto impulsado por los enólogos Joan Rovira i Jaume Àrboles que espera poder poner Terrassa en el mapa de la viña y el vino, gracias a esta variedad autóctona. Además de las 300 cepas Terrassench, también se han plantado 1000 cepas de cada una de las variedades de uva negra Garnatxa y Sumoll y de uva blanca Garnatxa, Picapoll y Malvasia.
Para asegurar su supervivencia, con previsión a las temporadas de sequía, se instaló un riego de goteo superficial. Y la primera vendimia se espera que llegue en septiembre de 2026.
Esta voluntad por recuperar el pasado vitivinícola de la ciudad y de la comarca arrancó en 2021, cuando el Ayuntamiento anunció que aprovecharía una de las parcelas de Mossèn Homs, situada dentro de la Anilla Verde, para plantar la cepa autóctona. El arrendatario se hace cargo del mantenimiento de la viña mientras que el Ayuntamiento es el responsable de asumir los gastos de preparación de la parcela, la plantación y del mantenimiento del entorno. El contrato tiene una duración de 10 años, prorrogable hasta un máximo de 30.
La cepa del Terrassench es vigoroso y da una uva negra, de grano prieto color verde oscuro antes de la maduración y resistente al frío y a las plagas.

La primera botella de 100 años del Terrassench
La finca de Can Font de Gaià, con la marca Barrancos de Gaià, se suma como una iniciativa privada dentro del proyecto del Ayuntamiento de Terrassa de recuperación de la cepa autóctona. Se trata de una variedad de uva negra, recuperada por el Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI). Hay referencia escrita sobre el Terrassench que fecha de lany 1459 y a finales del siglo XIX desapareció como consecuencia de la plaga de la fil·loxera.