La sección sindical SPL-CME ha convocado una protesta este viernes por la mañana, coincidiendo con la celebración del Pleno municipal del Ayuntamiento de Terrassa. Los agentes se han reunido en el Raval de Montserrat, equipados con pancartas, para hacer oír sus reivindicaciones. Diligentemente han subido hasta la sala plenaria para visibilizar su queja ante los grupos políticos municipales.
Son tres las demandas que presentan al gobierno municipal y a la dirección del cuerpo de seguridad local. En primer lugar, reclaman “poner fin a la persecución sin precedentes contra la plantilla policial, a base de expedientes disciplinarios”. SPL-CME afirma que se han abierto expedientes a miembros de la escala básica de manera “indiscriminada”, y también denuncian la apertura de un expediente disciplinario por “defender los acuerdos vigentes de mínimos a un exdelegado sindical, dentro del período de protección que establece la ley”. Afirman que en dos años y medio, se han abierto 14 expedientes, una cifra que consideran desproporcionada (un 70% sobre el conjunto de la plantilla municipal) teniendo en cuenta que la plantilla policial supone solo un 15%.
Malestar por una cámara de videovigilancia
En segundo lugar, “conseguir, de una vez por todas, que dejen de incumplirse los acuerdos pactados y el convenio, por parte de los responsables de la Policía Municipal”. En el comunicado hecho público por el sindicato, se especifica que se han incumplido los acuerdos que “regulan el acceso a especialidades o el número de efectivos mínimos de patrullas en la calle”, también “las fechas de presentación de calendarios y de solicitud de turnos, establecidos por convenio”. Consideran que ha habido “mala fe” por parte de la dirección del servicio y del jefe de policía.
Y en tercer lugar, “que el Ayuntamiento investigue las grabaciones a agentes desnudos en el vestuario, y lo ponga en conocimiento de los perjudicados y del Juzgado”. Esta denuncia hace referencia a la implantación de un sistema de cámaras de videovigilancia en uno de los pasillos de la comisaría, correspondiente a la zona donde los agentes se cambian. El sindicato denuncia que por la colocación de la cámara han quedado grabadas imágenes de policías sin ropa, lo que afirman que “es un delito que atenta contra un derecho fundamental, como la intimidad y la propia imagen”. Reclaman saber quién fue la persona que ordenó la colocación de esta cámara y su inmediata retirada.