La plaza de la Unitat luce desde hace unos días nueva rampa. Este espacio ubicado entre la avenida del Vallès y la calle de la Pineda, al sector de Las Arenas-La Grípia-Can Montllor ha visto por fin como se abría al público una de las reivindicaciones vecinales más esperadas. Las obras se iniciaron a principios de año y el alcalde Jordi Ballart anunció que se buscaba conseguir una zona «más accesible», a la vez que se buscaba «mejorar la conectividad de este espacio» con el barrio.
Hasta ahora, unas escalas de madera eran su único acceso, las cuales suponían una barrera arquitectónica difícilmente salvable. Fue el activista Pablo Gómez quien inició esta lucha para la no discriminación, y con la ayuda del resto de residentes, consiguió que desde Parques y Jardines tomaran buena nota. Los residentes de las manzanas de casas próximas reclamaban en el Ayuntamiento que se eliminara esta barrera arquitectónica, que impedía a mucha gente -especialmente gente mayor, personas con movilidad reducida, o familias con cochecitos- que hicieran uso. Y esto que es una zona suficiente transitada, al ser una zona de entrada en el barrio por aquellos que quieren ir o vienen de los dos centros comerciales al barrio de Las Arenas-La Grípia-Can Montllor.
Una plaza poco utilizada pero sí para pasar
No era la única queja, vecinos también pedían que se aprovechase para hacer las aceras más anchas y un espacio más agradable, puesto que por su posición -entremedias de calles y sin ningún elemento mobiliario ni zona infantil, está infrautilizado. Solo los propietarios de perros sacan provecho. Por eso, el proyecto -presupuestado en más de 60 mil euros- también ha contemplado la colocación de arbolado y también de un par de bancos de madera, como se puede ver a la imagen de más abajo.
La idea es dar en el barrio un espacio de encuentro, donde grandes y pequeños si sientan cómodos y nadie quede excluido. Han estado más de cuatro meses de obras, más del que estaba previsto, pero finalmente, la rampa de un 6% de pendiente y hecho con pavimento de hormigón ya es abierta a todo el mundo. Unas barandillas facilitan y dan seguridad a los peatones, y también se ha decidido ampliar la acera en paralelo en la avenida.
