“Crees que eres de Cal Barata? Sabéis qué significa en Terrassa? Es una de aquellas frases recurrentes que todavía emplean algunas generaciones de egarenses.
Cuando era pequeño, los padres, si pedía algo que costara demasiado dinero siempre respondían con la frase: “Crees que eres de Cal Barata?” Yo entonces no sabía qué significaba y pensaba que simplemente era un dicho popular. Años más tarde la comprendí y me di cuenta que significaba que era de una casa muy rica.
Los orígenes de la familia de los Barata los encontramos en un documento fechado “a 6 de las calendas de marzo del 1330″
Los orígenes de la familia de los Barata los encontramos en un documento fechado “a 6 de las calendas de marzo del 1330” cuando Fray Guillem, entonces abate del monasterio de Sant Llorenç del Munt, cede a Ramon Barata, vecino de Manresa, y a su mujer Constanza y a sus sucesores a perpetuidad el privilegio de poseer, cultivar y construir edificaciones, en unas tierras de la Parroquia de San Joan de Matadepera, que entonces pertenecían al monasterio, situadas cerca de la riera de las Arenas y al lado mismo del camino real de Barcelona a Manresa.
Ramon Barata empezó como campesino pero al ver la cantidad de personas que pasaban cerca de sus tierras decidió construir un hostal (alrededor del S.XV) junto al cortijo (el Hostal de la Barata), con el objetivo de dar servicio y descanso a mercaderes y arrieros que iban de una ciudad a la otra y, con el tiempo, se convirtió en uno de los más famosos del camino real. La tradición atribuye a un hostalero de la Barata relaciones con algunos bandoleros, y según la leyenda se dice que se comunicaba con los salteadores mediante un código de señales basado en la colocación y el color de las prendas de ropa de los tendederos. Con este código transmitía a los bandoleros los datos necesarios para que asaltaran los viajeros que el hostalero seleccionaba. Pero esta convivencia no los salvó de sufrir hechos luctuosos, como la del secuestro, por parte de Jeroni Ramona, de la banda de los Avinyonesos, del heredero de la casa, en 1615, y que milagrosamente pudo escapar de los secuestradores.
Guerra del Francés
Este hostal además de los años del bandolerismo, vivió de pleno la famosa Guerra del Francés. Todavía hoy se puede observar dentro la masía una colección de armas recogidas en una batalla que tuvo lugar cerca del hostal. Para saber más hay que situarnos en el 24 de marzo de 1809, cuando llega el general inglés Luis Wimpffen al hostal de la Barata, después de haberse retirado a Terrassa a causa de una fuerte ofensiva francesa, y donde instaló su cuartel general en el hostal.
Tras un fuerte saqueo de nuestra ciudad, según el barón de Maldà, el día 27 de aquel mes, y por una noticia que le dio padre Pau, entonces vicario de la parroquia de Moià, “los franceses han atacado la Barata, debajo de Sant Llorenç de Munt, aunque los han peinado bien, que es como decir que han muerto 150″. Más tarde se vieron obligados a retirarse de la Barata, que fue ocupada por los franceses hasta medios de marzo del 1810.
Esta cantidad de muertos franceses parece que fueron enterrados cerca del cortijo, en un llano que hay cogiendo el camino que desde la Barata se dirige hacia la fuente de Cantilenas (donde está situado un horno de cal que alcanzaba el cortijo). Que yo sepa, este entierro o fundición común no ha sido nunca estudiada ni excavada, a pesar de que supongo que los de Cal Barata si que tenían conocimiento, puesto que las armas, antes citadas, parece que provienen de este lugar (esperamos que algún día alguien estudie estos restos y podamos saber más de estos hechos).
En el devenir de los años, los Barata decidieron construir una casa señorial, en 1838, en la calle de Sant Pere de Terrassa, sin abandonar su hostal y cortijo. De hecho, en 1846 en Joan Barata y Guitart todavía consta que pagó los impuestos por el derecho de tener hostal. El cortijo conserva varios ventanales y arcadas de cariz medieval, un notable mobiliario y una capilla de 1622, dedicada a Sant Roc y todavía permite ver los restos de un jardín romántico, construido cerca de la riera de las Arenas como muestra de los momentos de máximo esplendor de este cortijo.
En el devenir de los años, los Barata decidieron construir una casa señorial, en 1838, a el calle de Sant Pere, 32-34 de Terrassa, a pesar de que el actual no es el original sino la remodelada por en Lluís Muncunill en 1905 de estilo modernista.
Construcción de la carretera de Terrassa en Talamanca
Quizás el miembro de la familia Barata que más recuerdo dejó en nuestra ciudad fue en Joan Barata y Quintana, nacido el 14 de mayo de 1854 y muerto el uno de agosto d 1923, amigo personal de Alfons Sala, y que promovió, entre otros cosas, la construcción de la carretera de Terrassa en Talamanca, que pasa a pocos metros del cortijo. Fue alcalde de Terrassa en dos ocasiones, del 01/07/1891 al 15/10/1891 y del 24/12/1891 al 31/01/1892. En Joan Barata estaba casado con Concepció Rocafort y tuvieron 6 hijos, 3 de los cuales (Antonio, Josep y Joaquim) murieron en 1936 en manos del tristemente famoso Pedro y sus Chiquillos.
