MónTerrassa
Paseo gastronómico por la comarca

La comarca del Vallès disfruta de una oferta gastronómica excepcional. Y de algunos productos únicos. Os ofrecemos un pequeño bocadito de algunos. Y sí, nos olvidamos del Dàkar, pero este ya tiene un lugar en la mitología de Terrassa.

La Palaudina

Desde el año 1996 Terrassa cuenta con un pastel representativo de la ciudad: La Palaudina. Es un pastel en forma de cilindro que identifica la Torre del Palau, uno de los símbolos de la ciudad. Está elaborado con almendras, avellanas, huevos, azúcar, chocolate y aroma de ratafia. Pastel creado a partir de una iniciativa del Gremio de Pasteleros de Terrassa.

Cardinal

El Cardinal se elabora con dos bases de merengue que son rellenas de nata montada perfumada con Kirsch. Se pueden acompañar con chocolate caliente, combinación que resulta especialmente exquisita. Se trata de unos postres muy populares en Mallorca. En Terrassa son muy apreciados y es bastante habitual que formen parte de las celebraciones vallesanas.

Rocs de Munt

Los Rocs de Munt son unas pequeñas pastas dulces, típicas de la ciudad de Terrassa. Tienen una textura muy crujiente y son elaboradas con harina, azúcar, mantequilla, chocolate blanco o negra y tomillo o romero.

Escarola de cabello de ángel

Se trata de una variedad de escarola con las hojas rizadas, dentadas, muy finas y tiernas, de color verde claro. Esta hortaliza se caracteriza porque es poco amargando, de medida pequeña y porque se puede aprovechar toda la mata. Por estos motivos es muy apreciada y popular a la cocina catalana.

La escarola de cabello de ángel se suele consumir ensalada o combinada con otros ingredientes, como es el caso del xató. Aporta un gran número de vitaminas y minerales y es especialmente recomendada por su contenido de ácido fólico. A pesar de que se suele cultivar todo el año, es más corriente consumirla durante el invierno.

La Coca de Munt

La Coca de Munt nace de una iniciativa del Gremio de Panaderos de Terrassa y Comarca. Se elabora con una masa de larga fermentación, con harinas ecológicas, y es aromatizada con infusión de romero.

La Coca de Munt tanto puede ser dulce como salada. La dulce es preparada con azúcar y piñones, chocolate o con miel y requesón de Ullastrell. En cuanto a la variante salada, la podemos encontrar acompañada de cebolla, tomate, morcilla Terregada y aceite de oliva pero también de escalivada, anchoas o sardinas.

Morcilla Terregada 

La Morcilla Terregada se inspira en un plato típico de la cocina terrassense de principio del siglo XX, la Terregada, que consistía en sangre y pequeños guisos. Este plato recibía el nombre por el aspecto parecido a la terregada: los pequeños fragmentos restantes del carbón. La Botifarrada Terregada es elaborada con pequeños de cerdo, tomate, cebolla, almendra, sal, pimienta negra y vino rancio. Los promotores de este proyecto gastronómico van el chef Artur Martínez y el cansaladero Xavier Casanovas, con el apoyo del colectivo de cocineros, Cuina Vallès.

Estas pastas quieren recordar la importante tradición textil de la ciudad de Sabadell. Su forma es inspirada en las lanzadoras, unas piezas de madera que se ponían sobre los telares para hacer pasar el hilo de la trama a través del urdimbre.

Lanzadoras 

Las lanzadoras son elaboradas con pasta de hoja de mantequilla, dispuesta en forma de trenza, que es acompañada de cabello de ángel, manzana y naranja confitada. Por el encima se colocan piñones y se pincela con gelatina de manzana.

Los dulces llamados Mussolets 

Los Mussolets son los dulces típicos de Sant Quirze del Vallès. Son unas pastas de té en forma de búho, elaboradas con nuevos, harina, azúcar, huevos, mantequilla, vainilla, mermelada y decoradas con piñones. Fueron creadas por el Israel y Víctor, maestros pasteleros de la Pastelería Mix.

Según parece el nombre de búhos a los habitantes de Santo Quirze viene dado por una antigua rivalidad con los sabadellenses. Algunas historias explican que las chicas de Santo Quirze marchaban con los chicos de Sabadell y los santquirzencs “se quedaban solos como búhos”. Otros, que los de Sabadell hacían ruido para despertar los vecinos de Santo Quirze y que, cuando estos salían por la ventana a ver qué pasaba, los gritaban búhos.

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