Leía que con anterioridad a la existencia de esta equipación municipal, la ciudad contaba con unas Brigadas de Desinfección que recogían a domicilio ropa, colchones, objetos, etc. El traslado se hacía en dos carruajes, uno de color rojo que señalaba el peligro de la infección, y uno de blanco, aséptico, que era el encargado de devolver los objetos una vez desinfectados a sus propietarios.
Curiosamente ambos carruajes eran llevados por un único caballo que cambiaba de carruaje según el caso.
Este sistema de transporte es sustituido el 1926 por dos camionetas modelo Ford T.
El Parque de Desinfección es un edificio funcional adaptado a las necesidades de su uso y siguiendo los consejos sanitarios de la época se instala fuera de la zona edificada de la población, en la carretera de Olesa de Montserrat.
El edificio que se inauguraba el 5 de julio de 1920, se orienta a mediodía – como las iglesias románicas, y por el mismo motivo – , la luz y la ventilación de los pabellones destinados a la desinfección, donde se separa la entrada de la ropa sucia, de la salida de la ropa una vez desinfectada.
En el año 1912 el Ayuntamiento compró el terreno y se realizó el pliego y proyecto del arquitecto municipal Josep Mª Coll y Bacardí Bacardí (Barcelona, 23 de agosto de 1878 – Terrassa, 24 de marzo de 1917). En el año 1915 se dio la aprobación y se adjudicaron las obras a Joaquim Borrell Carreras, sin subasta por concesión especial prevista legalmente. El 24 de noviembre de 1916 muere el adjudicatario.
Un nuevo proyecto
En febrero del 1917 se realiza un nuevo proyecto de acabado de la obra y construcción del pabellón de máquinas, por el arquitecto municipal Melcior Viñals y Muñoz (Barcelona, 1878-1938 (sin variar el proyecto inicial), adjudicado a Joaquim Codina i Baltà, que murió el 1918. En diciembre de 1918 se realizó la recepción definitiva y liquidación de las obras.
En el 1928 se realizó un informe sobre las malas condiciones del gran depósito de agua y la necesidad de reformar la cubierta.
La descripción técnica en patrimonio Gencat nos dice: edificio aislado, singular por los volúmenes, arcuaciones parabólicas y espacios interiores luminosos. Eclecticismo de soluciones arquitectónicas dentro de una estética modernista que se adapta bien a la funcionalidad deseada que es la salida fácil de los vapores producidos en el proceso de desinfección.
El muro y la fachada son de ladrillo y hormigón, con menaje exterior e interior de baldosa, vidriada a la cornisa, puerta principal y fachada. Presenta columnas de hierro, vigas forjadas, madera de pino de Flandes, mortero de hace falta grasa de Sallent y ladrillos de horno de leña. El cemento es de Sant Joan de les Abadesses y de Vallirana. La planta tiene forma casi semicircular. El terreno anexo está separado de la carretera por un muro de estilización curvilínea. Los techos son en vuelta de tres hojas de baldosa. Hay el escudo de la ciudad sobre la puerta principal.
La planta es en forma de sector circular (abanico abierto), con una torre mirador cilíndrica en el vértice, dominando el conjunto. Consta de una sola planta, con los muros agujereados por una sucesión de aperturas en arco redondo simétrico respecto a un eje horizontal, encima de la cual se levanta otro cuerpo, con una serie de lucernaris en forma de vueltas apuntadas que sobresalen de la cubierta.
La fachada posterior es simétrica respeto el eje central que viene marcado por la torre. La fachada principal se enfatiza con un gran portal de arco carpanel y gablete en arco apuntado, recubierto de cerámica y con la representación del antiguo escudo de la ciudad, realizado en mosaico policromo. La construcción es de ladrillo enlucido, excepto en aperturas e imposta donde aparece desnudo. El elemento artístico radica en la utilización de piezas cerámicas vidriadas de color caramelo, recubriendo cornisas y arcos. El tejado es de escames cerámicas.
En los años noventa el conjunto fue restaurado para su reutilización como laboratorio municipal.
