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Origen de la capilla de Sant Jaume de Terrassa y la campana un mes de abril

La primera edificación moderna de lo que hoy se conoce como Pla del Bonaire fue la capilla de Sant Jaume. Hoy, es bastante desconocida y su origen es muy triste. Pero es un patrimonio más de la ciudad que vale la pena descubrir. Como explicaba el historiador Joaquim Verdaguer en su blog, fue Salvador Carbonell quien donó el terreno para edificar un edificio de carácter religioso en memoria de su hijo, Josep, asesinado durante la Guerra Civil. La primera piedra se colocó el 25 de junio del año 1943 y su bendición fue a cargo de mosén Daniel Salvador, representante del obispo de Barcelona, el 28 de mayo de 1944.

Obras de ampliación

El 17 de abril de 1956 se inauguraron las obras de ensanchamiento y la colocación de una campana, que fue bendecida por mosén Jaume Crespí, entonces el rector de la Parroquia de Sant Pere. Fueron padrinos de la campana los hermanos Pere y Elvira Divorra i Reig. Ese mismo año el obispo de Barcelona creó una nueva parroquia; La Santa Creu. A falta de iglesia parroquial, la capilla de Sant Jaume fue escogida para esta función, aunque un año después la parroquia se ubicaría en una nave industrial de la calle Bartomeu Amat.

Una construcción rectangular de seis metros de ancho

La de Sant Jaume es una capilla de construcción rectangular de 6 metros de ancho por 14 de largo con una nave. El altar principal está presidido por una talla de Sant Jaume. En las paredes laterales hay dos absidiolas; una dedicada a la Virgen del Carmen y el Santo Cristo y, otra, a Santa Cecilia y San Antonio. La entrada de la capillita está protegida por un pequeño porche. Actualmente se celebran allí las misas de domingo y, también, en ocasiones muchas parejas celebran su boda.

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