El bebé del parto que comportó los ataques violentos de familiares a personal sanitario del Hospital de Terrassa, el pasado jueves, ha muerto este martes por la tarde por el problema cerebral con que nació, que ha estado irreversible, informa la agencia de noticias ACN. Fuentes del hospital Parc Taulí de Sabadell, donde fueron derivados madre e hijo, han indicado que, de acuerdo con la familia, se ha decidido no hacer ninguna intervención artificial a la criatura, que no ha superado la situación.
Los Mossos d’Esquadra no han registrado incidentes al entorno ni de este centro ni del de Terrassa, donde han desplegado dispositivos especiales en previsión de disturbios. «El ambiente está muy enrarecido en los dos hospitales», remacha Xavier Lleonart, presidente del comité de empresa del Consorci Sanitari de Terrassa. La policía catalana ha confirmado que se han desplegado agente como se hace habitualmente en «puntos calientes». Ha hecho estas declaraciones horas después de reunirse con el consejero de Salut, Manel Balcells, y la dirección del Hospital de Terrassa para abordar el incremento del número de agresiones a profesionales sanitarios.
La mujer estaba siendo asistida en la sala de partos
Un grupo de manantial sanitarios del Hospital de Terrassa fue agredido violentamente por los acompañantes de una paciente embarazada con complicaciones durante el parto. La mujer estaba siendo asistida y entró en una situación clínica compleja, momento en que los acompañantes irrumpieron enloquecidos al servicio de Urgencias y área de Partos. Allá agredieron varios profesionales y rompieron aparatos electrónicos y muebles.
A raíz de estos disturbios se ha reforzado el servicio policial tanto en este hospital como en el Parc Taulí, donde finalmente fueron derivados madre e hijo. Además, esta situación, junto a la vivida en otro caso de disturbios en el hospital de Girona, ha motivado que el conseller de Salut, Manel Balcells, haya anunciado refuerzos en los protocolos de seguridad en los centros hospitalarios.
Después de los incidentes del Hospital, el equipo del Taulí y trabajadores sociales habían estado trabajando con la familia para evitar que situaciones como aquella se volvieran a repetir. Ante el diagnóstico complicado del bebé se ha estado trabajando para asumir un final que se preveía inevitable y se ha garantizado la muerte digna del bebé.