Medio millar de vecinos y vecinas del barrio de Ca n’Aurell, agrupados bajo la plataforma «Que no nos suban los humos!», se muestran descontentos con el límite de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) al barrio. Su vecinos de las calles Faraday, Nicolau Talló, Josep Trueta, Galvani y Severo Ochoa, que consideran que el umbral establecido en las calles Faraday y Josep Trueta, que divide el barrio en dos, perjudica el vecindario.
Por este motivo, han presentado un escrito de alegaciones subscrito por 537 vecinos solicitando que la delimitación se sitúe en la rambla de Ègara o en la avenida de Àngel Sallent, en ninguna parte de calles internas.
El límite de la ZBE, en medio del barrio de Ca n’Aurell
El proyecto de ordenanza municipal que tiene que regular la ZBE prevé que el umbral oeste en sentido norte siga la carretera de Martorell, las calles Faraday y Josep Trueta y la avenida Vint-i-dos de Juliol; y en sentido sur, la avenida Vint-i-dos de Juliol, las calles Severo Ochoa y Galvani, y la carretera de Martorell. Hay que recordar que las cuatro calles del barrio incluidos en estos recorridos (Faraday, Josep Trueta, Severo Ochoa y Galvani) quedarían excluidos de la ZBE.
Desde la plataforma consideran que esto «obligaría a los vehículos más contaminantes que quieran atravesar la ZBE en sentido de sur hacia norte a desviarse hacia las calles Faraday y Josep Trueta para evitarla, y de forma análoga, obligaría a los vehículos que quieran atravesarla en sentido de norte hacia sur a desviarse hacia las calles Severo Ochoa y Galvani».

La plataforma critica que la delimitación oeste de la ZBE «no responde a ningún criterio técnico»
Apuntan que estas calles no su apropiados para «asumir este tráfico derivado del centro de la ciudad», y hacer pasar el tráfico contaminante por el medio de uno de los barrios más poblados de Terrassa «no responde a ningún criterio técnico»: ni la vulnerabilidad de la población infantil y juvenil, ni la vulnerabilidad de la gente mayor, ni las calles con efecto canyó urbano.
Precisamente, explican que estos recorridos tienen una «alta concentración de centros infantiles o juveniles, alta proporción de gente mayor residente» y «calles estrechas en que el tráfico produce efecto canyó»: Hay 3.401 alumnos en ocho centros educativos, un 20% de la población tiene más de 65 años y las calles hacen aproximadamente entre 10 y 13 metros de ancho con edificios altos, el que promueve el efecto cañón, según datos de la plataforma.
La Rambla de Ègara o la avenida de Àngel Sallent como posible solución
Por estos motivos, la alegación solicita que no se pongan los límites de las zonas de bajas emisiones en interiores de barrios y que el umbral oeste de la ZBE de Terrassa se sitúe en una rambla o avenida, y no en una calle, sea la rambla de Ègara o bien la avenida Àngel Sallent.
«En definitiva, el proyecto técnico justifica que la ZBE se ubique en áreas centrales de la ciudad, pero en él no hay ni un solo argumento que justifique que uno de sus límites, el límite oeste, se situé en calles estrechas del centro de un barrio consolidado y denso como es Ca n’Aurell, y no lo justifica porque no es justificable».

Desde la Comisión Informativa, han recibido una decena de alegaciones con matices respecto al proyecto que están siendo analizadas por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad para que cumplan los requisitos legales.