La actualización de las pensiones ha dejado a decenas de personas mayores de edad, y en algunos casos con un grado de discapacidad acreditada, fuera de las bonificaciones en el transporte público de la ciudad. En los últimos días, el Síndico Municipal, Mustapha Ben Lo Fassi Mezouar ha recibido varias quejas de egarenses que ven que se han visto privados de acceder a la tarjeta T-Blanca cuando antes sí que podían. El motivo: el cambio en los criterios económicos que se ha trasladado en una bajada del baremo del nivel de ingresos a partir del cual ya no hay ninguna posibilidad de descuento.
Ante las quejas recibidas, el Síndico ha decidido presentar en el Ayuntamiento de Terrassa una Actuación de Oficio (1/2023) para Implantar tarjeta gratuita de transporte público para mayores de 65 años. A pesar de que Ben Lo Fassi es consciente que los pensionistas no son «un grupo homogéneo» y que la edad no es un factor que pueda «determinar por sí solo unos derechos diferentes», sí que recuerda que el envejecimiento es causa para ser de una disminución del «goce de derechos».
Y es que actualmente para beneficiarse de la tarjeta T-Blanca se tiene que ser mayor de 65 años o ser una persona con discapacidad o incapacidad reconocida, y tener unos ingresos iguales o inferiores a 14.182,47 euros de renta anual (no llega a 1.200 euros brutos en el mes). «Ser beneficiario o no depende del nivel de ingresos de la persona que la solicita. Es decir, a menos ingresos menor coste», constata. El problema radica, afirma el Síndico, que el indicador de referencia para fijar el baremo «no se revisa desde hace una década. Es decir, continúa basándose en unos ingresos fijados el 2010. Las pensiones, por el contrario, se han ido revalorando y saltando de tramo y esto ha hecho que muchos usuarios del autobús hayan ido decayendo en su derecho a beneficiarse de los viajes bonificados», subraya.
Una tarjeta gratuita para los jubilados empadronados en Terrassa
En este sentido, el Síndico cree firmemente que se tiene que atender «de manera eficaz» las necesidades y dificultades del colectivo. «Es verdad que uno de las principales ventajas que se atribuyen a la jubilación es disponer de más tiempo libre, no es menos cierto que el acusado descenso de los ingresos familiares después de la retirada laboral supone en muchos casos que las persones pensionistas tengan que contar cada euro que gasten de su pensión para poder llegar a final de mes», expone el argumentario de la actuación de oficio.
El transporte público es uno de los servicios que la gente mayor más utiliza como una herramienta para poderse mover por la ciudad, no solo por ocio, sino para hacer actividades básicas como ir a comprar o ir al médico. En el caso de Terrassa, previamente a la existencia de la tarjeta T-Blanca que funciona desde 2013 existió un carné gratuito de transporte por mayores de 65 años. El Síndico afirma que es «necesario recuperarlo» como una herramienta indispensable para garantizar «la autonomía personal y el desarrollo de una vida activa y digno».
Por todo esto expuesto, en la actuación de oficio el Síndico reclama «implantar una tarjeta que permita el uso gratuito del transporte público a las personas mayores de 65 años empadronadas en Terrassa sin que exista un criterio de ingresos para acceder, entendiendo que las personas grandes son una parte importante de la ciudad y son un colectivo vulnerable que tienen que ser objeto de especial protección por parte del Ayuntamiento facilitando, en este caso, su movilidad autónoma dentro del municipio».

