El vandalismo se ensaña con el ascensor de La Maurina. La asociación de vecinos está harta. «Es una auténtica vergüenza y una falta de civismo y respeto hacia los bienes públicos», han estallado en un escrito hecho público en las redes sociales. Y es que este ascensor que ayuda a salvar el desnivel que hay entre la calle de Franc Comtat con la plaza de La Maurina lleva ya demasiados meses sin funcionar.
Construido en el año 2019, tras una larga reivindicación por parte de los residentes, para mejorar la calidad de vida de las personas con movilidad reducida del barrio, de aquellas que llegan cargadas con las compras o con los cochecitos de los niños, han podido disfrutarlo muy poco. «Nos sentimos desprotegidos ante estos incidentes, que se repiten con demasiada frecuencia», denuncian.
Actualmente se encuentra parado e inutilizado. ¿El motivo? «Todo por culpa del gamberrismo de una sola persona, que se ensaña con este barrio. Las puertas de vidrio y algunos de los botones del mando del elevador han sido cubiertos con pintadas de aerosol negro, imposibilitando su uso, y también hay vidrios rotos, señales claras del vandalismo que estamos sufriendo», exponen.
Los vecinos se quejan de «pasividad» del Ayuntamiento
Por todo ello, los vecinos de La Maurina manifiestan que «estamos en pie de guerra». Consideran que es necesario tomar acciones y hacerlo ya. «Lamentamos profundamente la pasividad del Ayuntamiento para solucionar el problema del incivismo», y especialmente, en el caso que nos ocupa, «de su indiferencia para arreglar este ascensor». En este sentido, recriminan al gobierno municipal que «nos han prometido muchas cosas, pero no vemos ningún movimiento para resolver esta situación. ¿A qué espera para actuar? ¿Tenemos que ser los vecinos quienes tomen cartas en este asunto?», exclaman.
Además, el ascensor no es el único espacio que ha sido afectado por el vandalismo. Justo al lado, recuerdan que el equipamiento Casal Cívico Francisca Redondo tiene desde hace unos meses las puertas de vidrio rotas. «Nos dijeron que estaban hablando con la compañía de seguros, después que estaban trabajando en ello, más tarde, que pondrían cámaras… Estas son las excusas que nos han ido dando y llevamos así meses. ¿Tanto cuesta cambiarlas?», sentencian.
