La movilidad y la revisión del POUM es una de las principales preocupaciones de las entidades vecinales de Terrassa. Así ha quedado patente este martes, 16 de diciembre, en el Pleno Municipal extraordinario en el cual se ha debatido sobre el estado de la ciudad. Durante la jornada plenaria, varias entidades egarenques han intervenido para exponer sus principales preocupaciones y demandas. En este sentido, los representantes de los vecinos de diferentes barrios de la ciudad han hecho especial énfasis en la movilidad y sus problemáticas.
Por un lado, Josep Antoni Sánchez, presidente de la Federació Associacions de Veïns de Terrassa (FAVT) ha asegurado que la ciudad «necesita un cambio de rumbo drástico en sus proyectos de movilidad». En este sentido, el presidente de la FAVT ha recalcado que «la movilidad con vehículo privado es lo que más crece» y ha asegurado que «si no se toman medidas decididas, en muy pocos años llegaremos al colapso».
Además, Sánchez también ha hecho referencia al parking del portal Sant Roc y ha opinado que «solo conseguirán agravar el problema de movilidad y contaminación de nuestra ciudad». Asimismo, también ha criticado que el servicio de autobuses «lleva años estancado en un diseño y capacidad pensados para una Terrassa mucho más pequeña» y ha opinado que «es necesario potenciar el servicio de autobuses para que llegue a los nuevos barrios y polígonos». «En resumen, si queremos evitar un colapso que está muy cerca, nuestra ciudad necesita urgentemente un cambio de rumbo hacia una movilidad más sostenible y moderna, mucho más centrada en el bien común que en el particular y que ofrezca alternativas de transporte público o activo para muchos más terrassenses», ha concluido Josep Antoni Sánchez.

Por otro lado, el representante de la Associació de Veïns de La Cogullada, Jesús Zorita, ha centrado su intervención en la construcción de la futura rotonda en la Rambleta del Pare Alegre, un proyecto que ha criticado que se hace para atender las reclamaciones de otros sectores de barrios próximos sin tener en cuenta el suyo. «No dejaremos, de buen grado, que para liberar otros barrios se cargue el nuestro. Creemos firmemente en la solidaridad entre los diferentes sectores de la ciudad y sus ciudadanos, pero no por ello permitiremos que se nos continúe perjudicando», ha manifestado.
De esta manera, desde La Cogullada reclaman que se consideren otras soluciones a la modificación de la Rambleta como, por ejemplo, implementar una salida de la autopista a la altura de Can Boada. «No entendemos cómo un Ayuntamiento pretendidamente democrático y progresista, como el nuestro, puede aprobar y llevar a cabo unos proyectos como este, donde se beneficia abiertamente a una parte de la ciudadanía, perjudicando claramente a otra», ha criticado Jesús Zorita.

Finalmente, el Pleno también ha contado con la intervención de Xavier Massallé, portavoz de la entidad Que No Ens Pugin Els Fums y representante de la Associació de Veïns de Ca n’Aurell, quien también ha hecho especial énfasis en el futuro de la movilidad en Terrassa. En este caso, Massallé ha destacado el importante papel de las rondas como elemento de «cohesión territorial», las cuales «canalizan la circulación y evitan que el tráfico tenga que atravesar el interior de los barrios y, además, contribuyen a mejorar la imagen mental que tenemos de la ciudad».
A pesar de esto, ha subrayado que, en nuestra ciudad, «tenemos el sistema de rondas internas que presentan muchas discontinuidades y cuellos de botella». Ante esta situación, ha recordado que «los redactores del POM incorporaron en sus líneas estratégicas que se interviniera», pero ha criticado que «el Ayuntamiento no ha intervenido» y que «un año más, nos encontramos con unos presupuestos municipales que no incluyen inversiones estructurales».
En este sentido, Xavier Massallé ha recalcado que la inversión presupuestada prioriza tareas como la conservación del patrimonio, la renovación del pavimento y la conservación de elementos urbanos, unas actuaciones que reconoce que «son imprescindibles», pero opina que «el problema va aún más allá». «Can Aurell es un barrio concebido originalmente para casas unifamiliares y ahora se está transformando en una zona con edificios de 3, 4 o más plantas. El Ayuntamiento espera que el alcantarillado y la pavimentación lo soporten, pero no lo soportan», ha concluido.

