La futura estación Terrassa Oest se encuentra en espera permanente. Esta infraestructura fue incorporada por primera vez en el Plan de Rodalies 2008-2015, donde todos los agentes implicados (políticos y económicos) estaban de acuerdo en que su construcción se convertiría en «una mejora clave» para la movilidad en transporte público para los vecinos de los barrios de la Maurina, Can Boada o Ca n’Aurell. Las primeras proyecciones hechas por el mismo Ministerio calculaban cerca de 2.000 usuarios diarios, una cifra que con el paso del tiempo seguramente habrá aumentado.
Han pasado los años y la estación no acaba de arrancar. Y eso que la última fecha dada por el mismo gobierno español fue que la estación «será una realidad en 2025». Lo dijo hace dos años la entonces ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en su visita al Ayuntamiento de Terrassa. La máxima responsable indicaba que se continuaba trabajando con los trámites de estudio y con el proceso de redacción del Estudio Informativo. No hacía falta ser muy hábil para ver que los plazos no se cumplirían, ya que en dos años no había tiempo material para hacer todos los trámites, ejecutar y poner en marcha, pero sí que abrió una luz en el oscuro túnel de que las cosas comenzaban a moverse por fin.
La cuestión es que a finales de diciembre de 2021, el Estado licitó el estudio para hacer la nueva estación de Rodalies en Terrassa. El Ministerio publicaba la licitación de varios estudios informativos para el desarrollo del Plan de Rodalies de Barcelona 2020-2030, y en el cual se contemplaba la futura estación de Can Boada. Había 24 meses para llevar a cabo estos trabajos de estudio. No fue así.
El gobierno de Terrassa reclama información sobre el proyecto
Con todo esto en mente, este viernes, día 16 de mayo, el gobierno municipal de Terrassa ha aprovechado la reunión con una delegación de Renfe para volver a poner sobre la mesa el proyecto eternamente pospuesto. El teniente de alcalde de Territorio, Xavier Cardona, ha recordado que esta infraestructura «permitiría dar cobertura a una parte significativa de la ciudad como son los barrios de La Maurina, Can Boada Casc Antic, Can Boada del Pi, Roc Blanc y Ca n’Aurell, así como a nuevos desarrollos urbanísticos previstos en el POUM».
El ejecutivo local ha solicitado información sobre el estado del proyecto de la estación, pero la respuesta ha vuelto a ser ambigua. Lo único que ha trascendido es que se sigue «redactando el estudio informativo» por parte del Estado. Terrassa lamenta que no parece ser una prioridad a pesar de que «ayudaría a regenerar y reurbanizar todos los barrios del oeste de la ciudad, y que iría estrechamente ligada al nuevo acceso vial desde la B-40».
Ahora mismo, no obstante, Generalitat y Estado tienen otra patata caliente entre manos, el traspaso de Rodalies. Esto y solucionar todos los problemas estructurales que sufre el sistema ferroviario de Rodalies en Cataluña, con las averías diarias en diferentes puntos de la red, es donde están puestos todos los ojos. Por este motivo ya nadie se atreve a poner fecha de cuándo será una realidad la tercera estación del R4 en Terrassa.