El Gobierno municipal ha propuesto hacer una Ronda Norte soterrada a su paso por la trama urbana de Terrassa. El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, ha avanzado que se ha encargado un estudio para ver la viabilidad de soterrar el trazado a la trama urbana del norte de la ciudad o bien construirlo en formado trinchera, para que así «tenga el mínimo de impacto en el paisaje». Así lo avanzó el alcalde durante la presentación del Programa de Gobierno 2023-2027 ayer martes por la mañana al anfiteatro del Parc de Sant Jordi, donde remarcó que impulsar el tramo hasta Sabadell es una clara prioridad por el nuevo mandato en el ámbito de infraestructuras.
El estudio, que también ha sido encargado por el Ayuntamiento de Sabadell, todavía no tiene unos resultados y, por lo tanto, «no tenemos la certeza que se pueda hacer con tuneladora», pero sería la propuesta «deseable», explica el alcalde, a pesar de que encararía el coste del proyecto. Reconoce que el trazado «no es fácil porque pasa por espacios complicados» pero el objetivo es causa un «menor impacto en el territorio».
Ballart exige “máxima agilidad” para «no tardar 30 años» para llegar a Sabadell
En este sentido, Ballart ha pedido “máxima agilidad» para empezar a concretar y ejecutar el proyecto por «no tardar 30 años» al llegar a Sabadell. Después de que este verano se firmara el acuerdo entre la Generalitat y el estado español, el alcalde ha insistido de nuevo en poder iniciar las obras este mandato y ha reclamado que el territorio pueda decir la suya en la hora de concretar el recorrido.

Por su parte, la teniente de alcalde y portavoz de ERC, Ona Martínez, ha recalcado que la ciudad “no quiere una AP-7 en el norte de la ciudad”, mientras que la teniente de alcalde y portavoz de Junts, Meritxell Lluís, ha defendido que la B-40 hasta Sabadell tenga un formato de 2+2 “con varias rotondas que religuen el territorio, sin ser una vía de agitación y tráfico como ya es la B-30”.
Con todo, el equipo de gobierno reafirma que el tramo de la Ronda Nord es una de las prioridades en infraestructuras «para que el sistema de ronda urbana de Terrassa permita descongestionar de tráfico interior la ciudad», pero, «al final, la última palabra la tiene el Estado y la Generalitat».