Ha llegado el momento. Después de dos décadas de obras, de paradas, de reinicio de trabajos, de hasta tres aplazamientos desde el mes de diciembre de 2023, el tramo Terrassa-Abrera de la B-40 (IV Cinturón, Autovía Orbital, Ronda Norte, Ronda Vallès) este viernes la autopista se abre a la circulación. La jornada la presidirán el delegado del gobierno de España en Cataluña, Carlos Prieto, y el ministro de Transportes y Mobilidad Sostenible. En realidad, a la invitación al acto dice que se pone en servicio el trozo Olesa de Montserrat-Viladevacalls. Hasta ahora, estaba abierto un pequeño tramo-ronda de la ciudad egarense que acaba en el Pla del Bon Aire en una rotonda que no permite el acceso directo al casco urbano, y que tendría que ser el punto de partida hasta Sabadell.
Desde este viernes, se podrá disfrutar de 6,2 kilómetros (1,3 de túnel) de una vía de alta capacidad que une el Vallès Occidental con el Baix Llobregat y que liberará de tráfico la carretera de Martorell, donde hay una curva detrás la otra, congestionada todos los días laborables y zona de accidentes habituales.
Puente afirmó que es una «obra clave para la movilidad» que unirá «los principales motores industriales de Cataluña». El ministerio ha invertido un total de 250,1 millones de euros para acabar este proyecto de 13.2 kilómetros totales de punta a punta. En mayo de 2022 se retomaron los trabajos que han permitido acabarlo, después de que el 2019 se detectaran deslizamientos en obra ya construida y que supusieron un nuevo atraso. Se trata de una infraestructura en marcha desde 2009. El 2010 se pararon las obras y se retomaron entre 2015 y 2016, con diferentes grados de ejecución en estos ocho años.
Protestas contra el IV Cinturón
Ante la inauguración del tramo Abrera-Terrassa de la B-40 La Paparola – Asamblea Ecologista de Terrassa y Arran Terrassa «convocamos una concentración para mostrar nuestro rechazo al proyecto». Con la campaña Hasta Aquí Hemos Llegado quieren mostrar el rechazo a la construcción del nuevo tramo, denominado Ronda Norte. «Porque no puede ser que los representantes políticos nieguen la crisis climática y crisis por sequía y que se continúe apostando por un país con un modelo de desarrollo que no tiene fin.»