El tramo de la B-40 entre Terrassa y Abrera se ha abierto a la una de la tarde. Una realidad después de 17 años de obras. El corte de la cinta inaugural ha venido acompañado del anuncio del nuevo paso para hacer que la vía de gran capacidad conecte las dos capitales del Vallès Occidental.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha presidido hoy la puesta en servicio del nuevo tramo entre los municipios de Olesa de Montserrat-Abrera y Viladecavalls-Terrassa, después de una inversión histórica de 293 millones de euros (IVA incluido). Una infraestructura clave para transformar la movilidad e impulsar el crecimiento de la zona, puesto que acerca dos motores industriales de gran importancia: dos de las grandes comarcas fabriles del país, y reclamada sistemáticamente por los agentes económicos. Y rehusada por las entidades ecologistas, que ven un atentado contra el medio.
Puente ha anunciado que esta semana, después de lograr un acuerdo con la Generalitat, se cerró el texto del convenio que permite dar continuidad a la B-40 “Crearemos así un corredor vital que conectará las dos capitales del Vallès y aliviará el tráfico de las dos ciudades. Después de este acuerdo ya se ha iniciado la tramitación del convenio». Una vez finalizada la tramitación, se podrá proceder a la firma.
ERC se ha mostrado en contra de la continuidad, pero la mayoría de formaciones políticas, de todos los colores, han expresado su deseo de hacer la prolongación, con el que se conoce como Ronda Norte o Ronda Vallès, en el fondo, el que siempre se ha conocido como el Quart Cinturó.
En la negociación de los Presupuestos de la Generalitat de 2023, Esquerra y socialistas incorporaron el tramo Terrassa-Sabadell como compromiso porque el PSC se los apoyara. En diciembre el gobierno de Madrid aprobó por decreto la modificación legal que permitirá a la Generalitat encargarse de las obras.
El texto acordado contiene los términos recogidos al protocolo que se firmó el verano
El Ministerio aportará 200 millones de euros. La Generalitat redactará los estudios y los proyectos, integrando el consenso político que expresaron los municipios afectados. Al cumplir una función de largo recorrido, el corredor continuará siendo de titularidad estatal y por eso la aprobación definitiva de los proyectos corresponderá al Ministerio.
Jordi Ballart, alcalde de Terrasssa, quiere que no acabe en una rotonda en la ciudad. «Hay que hacer los enlaces correspondientes y tiene que hacer la función de ronda para Terrassa», y ha pedido acabar los enlaces con la C-16 y la C-58 porque la vía no se colapse. Ballart cruz una de las opciones es hacer el perllongament por tramos.
