Ir a hacer una excursión, o pasear por los alrededores del pantano de Can Bogunyà, popularmente conocido como Llac Petit, puede resultar agradable, dado que las vistas y el lugar conservan una extraña belleza. El que ya no es tan bonito son los hechos que han pasado a lo largo de los años y que lo han convertido en un tipo de lugar misterioso. Quizás en parte por la proximidad del Hospital del Tórax, donde se han rodado escenas de miedo de películas que hacen poner la piel de gallina. Hoy miramos como voz un instagramer, digar_productions ve las muertes y misterios en el Llac Petit de Terrassa. Para empezar, titula el reportaje «Lo lago de la muerte. El lago maldito». Y escribe: «Hoy descubrimos la historia oscura de un pequeño lago cerca de Terrassa, Cataluña. Han sucedido varios crímenes, desapariciones y episodios inexplicables que aumentan la creencia que el lago está maldecido o pleno de infortunio.»
De entrada, la historia de su construcción ya pertenece a un tipo de misterio
De entrada, la historia de su construcción ya pertenece a un tipo de misterio, puesto que el único que del cierto se sabe es que fue construido a principios del siglo XX, y es muy curioso que con tantos historiadores como hemos tenido en la ciudad que nadie haya estado capaz de fijar la fecha exacta de su construcción, pero que se cree próxima al 1907.
¿Y quien lo construyó? Pues tampoco se sabe, y este es uno de los otros de los misterios, a pesar de que es posible que fuera lo mismo propietario de la masía de Can Bogunyà, quizás para alcanzar sus extensos campos de cultivo. También hay quién dice que las aguas del pantano se querían canalizar para hacerlas llegar a la vecina ciudad de Sabadell, cosa que no es ninguna sandez, pues una de las principales minas de agua de Terrassa, la Vinyals, ya fue comprada (1872) por un tal Andreu Marí, y actualmente todavía lleva el agua a Sabadell. El lago tiene una capacidad pequeña, poco más de 10.000 metros cúbicos (pensáis que el pantano de la Xoriguera podía llegar a los 1.500.000 metros cúbicos). Debajo de la pared se puede observar un tipo de canalizaciones y una pequeña balsa que parece no llevar en ninguna parte.
Un recuerdo personal de Santi Rius «es el día en que un amigo de la familia nos llevó unas carpas pescadas en el Llac Petit y que como que no sabían qué hacer las dejamos a la bañera de casa. Recuerdo que eran muy gordas, pero el que no sé es que hicimos, pero el que es evidente es que a casa no se quedaron.»
Vayamos a los hechos:
• La primera noticia de una persona muerta en el lago es la de Antolí Ballbé que con 17 años se ahogó, el 26 de julio de 1925.
• El septiembre del 1957 se encuentra otro cadáver flotando, es el de un hombre de unos 60 años vestido de campesino, a quien no se pudo identificar.
• En los años 80 se encontró una persona muerta junto a una escopeta, que según decían tenía el cañón recortado.
• El año 1991 se encuentra el cuerpo de una chica de 16 años estrangulada en el camino que iba al lago.
• El 1992 se localiza por casualidad los restos de un jubilado que había desaparecido de su domicilio hacía tres meses y del cual nadie pudo explicar qué hacía allá.
• El 1993 se encontraron las ‘desnudes’ de Antoni Bruch, un mozo de escuadra de Sant Cugat del Vallès en quién alguien había robado la pistola reglamentaria. Tenía la mandíbula rota por una fuerte vez y un disparo en la cabeza.
• El año 1994 se registraron sus alrededores buscando el difunto Jaume Martínez, un joyero en quién dos desconocidos mataron a rasgos en una calle de Terrassa por después huir con el cadáver en el automóvil de la víctima.
• El miércoles 1 de septiembre de 1999 se encuentra un niño de 10 años de origen magrebí, Elhouari F., desnudo y ahogado. Sus hermanos lo echaron de menos y dieron aviso a las autoridades. Finalmente, horas más tarde los submarinistas encontraron el cuerpo del menor, hundido al fondo del embalse.
• El 12 de abril del 2006 se encontró una persona muerta, de unos 35/40 años, envuelto con una lona y ligado de manos y pies. El muerto presentaba signos evidentes de haber sido asesinado y tenía una cuerda ligada a una piedra.
Como anécdota, coment Santi Rius a Recuerdos de Terrassa, el abril del 1970 se encontraron los restos de un león y de dos leonas, a quién uno desconocido había decapitado y abandonado en un vertedero de basura próximo al lago. El abandono de esta zona y del lago, donde antiguamente se había frecuentado mucho como zona de recreo, propició que seas una madriguera de drogadictas y pequeños delincuentes, que a veces hundían automóviles y motocicletas robadas. Es en estos años que se fue creando la mala fama de Can Bogunyà, como un lugar peligroso y nada recomendable,
En el mundo este lugar se también bastante conocido por su fama de misterioso y porque varios grupos esotéricos se encuentran a menudo en sus alrededores para captar, según dicen el extraño magnetismo que se desprende. Se encuentra relativamente cerca de Terrassa y esto hace que la gente tenga poca cura y algunos rincones presenten bastante suciedad. También hay que destacar que la gente ha soltado varios ejemplar de tortugas de agua no autóctonas y que podemos observar tomando el sol en sus márgenes (no las confundís con rezo extraño, puesto que solo le faltaría en el lago pequeño tener la leyenda del monstruo).




