El Mercado de la Independencia es una de las joyas de la corona del modernismo egarense. La primera piedra se colocó el día 4 de julio del 1904 con motivo de la Fiesta Mayor. Se inauguraba con la presencia del alcalde Alfons M. Ubach y autoridades. El acto finalizó con una comida en el Hotel Peninsular. En un primer momento, se quería abrir por Fiesta Mayor, pero no se estuvo. Las obras todavía no estaban acabadas.
Diseñado por los arquitectos municipales Antoni Pascual i Carretero y Melcior Vinyals y Muñoz disfruta de la estructura de hierro más grande de la ciudad. Es un edificio único y espectacular.
Viendo que la plaza Vella de Terrassa era insuficiente para hacer el mercado, en 1896 se presentó una proposición para construir un edificio dedicado exclusivamente para la venta, enrunando las casas entre las calles de Cantarer y de la Església, hasta el edificio de La Caixa d’Estalvis de Terrassa. Esta propuesta no fue aceptada por carencia de capital. Otras ideas fueron echar las casas de Cremat hasta el Raval y también hacerlo en la zona ocupada por la Casa Vinyals de la calle Major.
El año 1903, con el alcalde Peregrino Matalonga, se presentó una nueva propuesta de construirlo al Arrabal, donde había habido un antiguo hospital -de Sant Llàtzer- y que desde el 1870 servía de quarter de bomberos y albergue nocturno. Esta iniciativa levantó protestas del vecinos de la plaza Major y alrededores, diciendo que el traslado sería la ruina del comercio de esta zona de la villa, explica Recuerdos de Terrassa. A pesar de las quejas, el nuevo mercado (la plaza nueva) se hizo, con un coste de un millón de pesetas (hoy serían unos 6.000 euros).
La construcción del edificio fue iniciada por Antoni Pascual i Carretero (1863-1928) y a partir de 1906 la continuó Melcior Vinyals y Muñoz (1878-1938). El 4 de julio de 1904 se puso la primera piedra. El nombre es un homenaje al centenario del inicio de la guerra de la Independencia española al 1808, a pesar de que anteriormente a la iposada en funcionamiento se cita como Mercado de la Libertad. Terrassa en esta época contaba con 18.000 habitantes, y en crecimiento. El objetivo era resolver el problema de la saturación y aumentar la comodidad y la salubridad.
Estructura del edificio
Durante aquellos días la inauguración, la ciudad celebraba el centenario de la Guerra del Francés con varios actos, explica Joaquim Verdaguer. Uno de estos, celebrado los día 6 de julio, fue la colocación, en la fachada del Arrabal de Montserrat, de una placa conmemorativa en homenaje a los héroes egarenses que lucharon en aquella guerra. La inscripción dice: «1808 homenaje a Sagrera, Vinyals, Viver y otros ciudadanos que se sacrificaron por la independencia de la patria. Terrassa, en el primer centenario, 1908».
Tiene una superficie de unos 3.400 m² a la planta principal y de unos 1.500 m² a la planta subterránea, originariamente destinada a las caballerías y actualmente zona de servicios; la disposición en dos plantas se explica por el desnivel existente entre el Arrabal y la Rambla. Su estructura está formada por 50 columnas de hierro fundido que aguantan una cubierta que favorece la entrada de la luz natural a través de 4.000 claraboyas de vidrio. Si bien estilísticamente no se destaca mucho, constructivamente presenta soluciones bastante remarcables por la época.
En primer lugar hay que hacer mención del uso de hierro como elemento estructural. Antoni Pascual dio al Mercado la que probablemente es la estructura de hierro más valiente de aquellos días, en la cual se emplearon 25 toneladas de este material. Con todo, esta ligereza estructural no queda reflejada al exterior, de aspecto bastante macizo. Fachadas exteriores atractivas con ventanas de madera verticales de arco de medio punto separadas de tres en tres por medio de pilastras.
Más información; Joaquim Verdaguer
