El Vallès Occidental ha esquivado grandes incendios forestales este verano. En total, se han producido 19 incendios que han quemado 0,67 hectáreas, una cifra muy inferior a la del verano pasado, cuando se quemaron un total de 59,8 hectáreas, según datos de la memoria final de la campaña del Plan de Información de Vigilancia contraincendios forestales del 2023 de la Diputació de Barcelona. Este año, a pesar de la situación excepcional de sequía, la comarca no ha sido ningún día con el Plan Alfa activado en el nivel 3, mientras que el verano pasado se activó durante 13 días.
Grande parte de la elevada cifra del 2022 se podría atribuir al incendio originado en el Pont de Vilomara el mes de julio, que afectó el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac.
«Importantísima» colaboración con las ADF de la Federación de la comarca
El informe recuerda que el Vallès Occidental es la comarca más poblada del PVI y, por lo tanto, este año se ha reforzado la figura de los informadores en zona urbana y periurbana, poniendo en funcionamiento cuatro unidades de agentes cívicos además de la unidad Uno-72 Sentmenat-Caldes de Montbui, compartida con el Vallès Oriental. Según datos del PVI, en conjunto, han concienciado 5.785 personas y han detectado 74 vertidos con riesgo de incendio forestal.
Dentro de la comarca, ha sido «importantísima» la colaboración con las diferentes ADF de la Federación del Vallès Occidental, sobre todo cuando se ha activado el Plan Alfa 2. Todo y las complicadas previsiones al inicio de la campaña, finalmente la comarca no ha sido ningún día de este verano con el Plan Alfa en nivel 3 activado.
El índice de número de incendios más bajo desde 2003 en Catalunya
Durante esta campaña, se han producido 132 incendios que han afectado una superficie total de 15,02 hectáreas. El índice del número de incendios es el más bajo de la serie de registros PVI desde el año 2003. El índice de superficie forestal afectada también es muy bajo, y desde el año 2003 solo ha habido 4 años con un índice inferior.
A pesar de que el estado de la vegetación y las previsiones meteorológicas al inicio de la campaña hacían prever un verano con una elevada probabilidad de incendios forestales y afectaciones, finalmente, la situación sinóptica meteorológica, la acción de todos los agentes implicados y la colaboración de la población han hecho posible unos resultados de campaña muy mejores de los esperados inicialmente.