El Trabuc ya tiene casa, la ha encontrado en Sant Llorenç Savall (Vallès Occidental), y allá hace tareas de limpieza forestal con pastores. Gemma Gimferrer, que durante 57 años fue la responsable del restaurante de La Mola, explicaba la semana pasada a un hilo abierto en Facebook que estaban buscando un lugar por el animal más conocido de todos, seguramente el más emblemático.
“El Trabuc está triste, y tanto que lo está, pero nadie quiere un macho, por eso es complicado. Pero continuamos intentándolo. Aun así, él era el macho de la mandada, y ahora se ha quedado sin ella. Y los busca en todos. Él nació en La Mola, y nunca, nunca, ha estado enfermo como para bajarlo en el hospital.” Pero la busca de un espacio ha dado resultados. Lo ha comentado en Món Terrassa Gemma Gimferrer. Ahora, el Trabuc se tendrá que adaptar en una nueva vida, en el mismo Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac pero en un lugar diferente, a valle de la montaña, y sin miles de personas. Podría ser que fuera una de las mulas más fotografiadas del mundo. Su imagen a la cumbre de La Mole se ha plasmado en miles de fotografías.
Una de las preguntas que se hacía todo el mundo es que pasaría con los animales
Seis de las mulas de La Mola que utilizaba el restaurante ya tienen casa nueva desde hace unas semanas. Una de las preguntas que se hacía todo el mundo es que pasaría con los animales que día sí y día también subían la comida, la bebida y materiales y que bajaban la basura. Ahora están colocados en granjas y centros de animales, tres a Cabrera, dos a Sabadell y una en La Garrotxa, remacha Gemma Gimferrer a preguntas de Món Terrassa.
El monasterio, sin el servicio de restaurante y sin las mulas es otra cosa. La Diputación ha subido material pesado necesario para poder realizar las actuaciones de rehabilitación previstas a algunos espacios del Monasterio.