Terrassa retoma la lucha contra las malas hierbas. Es bien cierto aquello que dicen que «mala hierba nunca muere» o que «la mala hierba siempre crece», pero eso no significa que no se deba combatir. Desde el Ayuntamiento de Terrassa han comenzado este mes de enero la primera ronda para eliminar las plantas adventicias en la vía pública de la ciudad. En las próximas semanas, podremos ver a los operarios del Servicio de Espacios Verdes y Biodiversidad Urbana trabajando para erradicar esta «planta invasora» de los alcorques del arbolado vial, de la vía y de los polígonos industriales. En concreto, en esta fase inicial, los barrios donde se actuará -siempre en función de las inclemencias meteorológicas- serán Roc Blanc, La Maurina, Ca n’Aurell y Centre.
Como se hace cada año, el Consistorio ha dividido la intervención en tres fases, con el objetivo de llegar a todos los distritos de la ciudad. La última actuación finalizó el pasado mes de septiembre, donde se había estado trabajando en los distritos 4 y 7. Aunque la campaña está planificada desde el principio, desde el Servicio también se está alerta en los casos de detectar una zona donde se necesite intervenir con más incidencia.
Se trata de un trabajo minucioso, ya que se debe tener cuidado de no dañar el cuello del árbol, buscando liberar la tierra de esta especie “invasora”. Y es que estas hierbas “perjudican los pavimentos”, hasta el punto, que en algunos lugares los deja “poco transitables”.
Tratamiento manual por la prohibición de herbicidas
Desde el Ayuntamiento recuerdan que la normativa europea “prohíbe el tratamiento químico de las especies vegetales urbanas para mejorar la salud de las personas, por lo cual el trabajo de desbroce se hace manualmente con una desbrozadora”. Por lo cual, complica aún más la limpieza de unas hierbas que “crecen en cualquier lugar ya sea en medio del asfalto, en el límite entre las viviendas y las aceras o en los márgenes de las carreteras”.
Por eso, subrayan, la percepción de «limpieza absoluta» nunca será posible, más aún cuando estas plantas crecen a una velocidad mucho más elevada que el ritmo que puede llevar el personal destinado a esta tarea. Distritos que ya han sido objeto de la pertinente limpieza, tres o cuatro meses después, pueden volver a ver cómo aparecen las malas hierbas.
Antes de que entrara en vigor la prohibición de herbicidas en las ciudades, en Terrassa se hacía un tratamiento de eliminación dos veces al año. Ahora, el Consistorio tiene distribuidas por zonas la ciudad y va realizando la campaña de forma intensiva, y también se opta por “incrementar puntualmente” los operarios cuando se detecta un crecimiento desmesurado en alguna de las zonas.
