La recogida selectiva de residuos en Terrassa ha mejorado ligeramente en un año, pero todavía hay más de la mitad de los residuos municipales generados que no se recogen selectivamente. Del total de los residuos generados en 2022, se recogen selectivamente un 44,65% del total, cifra que ha aumentado un 0,58% respeto el año anterior. Así lo indican los datos de la Agencia de Residuos de Catalunya (ARCO), que hace una compilación de datos anuales de los residuos generados en cada municipio de Catalunya.
En total, Terrassa generó el 2022 un total de 83.617,33 toneladas de residuos, de las cuales se recogieron selectivamente 37.335,77 toneladas. En números absolutos, la generación de residuos ha caído en 3.800 toneladas respecto al año 2021, pero el número de desechos recogidos selectivamente ha disminuido. Porcentualmente, pero, la cifra de recogida selectiva aumenta del 44,07% al 44,65%.
Lejos de los objetivos marcados por la Unión Europea
Estas cifras se traducen en que Terrassa todavía está lejos del objetivo marcado por la Unión Europea de reciclar el 55% de los residuos de cara en 2025, el 60% en 2030, y el 65% en 2035. De hecho, tampoco se cumple el objetivo del año 2020 de reciclar el 50% de los residuos.
Cada terrassenc genera más de un kilo de residuos en el día
El informe también destaca la cantidad de desechos que genera cada habitante. En el caso de Terrassa, cada persona generó más de un kilo de residuos en el día el 2021. Concretamente, 1,02 kilos de desechos diarios por habitante. A pesar de que continúe siendo un número elevado, cada habitante ha generado un total de 0,05 kilogramos menos en el día en comparación al 2021. En consecuencia, también se ha reducido la cantidad de residuos generados en el año por habitante, pasando de 392 a 373 kilogramos.
Más sobre la recogida selectiva
La recogida selectiva consiste a recoger diferenciadamente diferentes fracciones de los residuos municipales con el fin de poderlas reciclar. Esto permite «ahorrar recursos escasos y parte de la energía necesaria para la fabricación de los productos a partir de materias primas vírgenes», apuntan desde el ARCO. «El aspecto básico de la recogida selectiva es la selección que los ciudadanos y los comercios realizan de los productos recuperables y que, posteriormente, la administración se encarga de gestionar».