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Terrassa fija enero de 2024 para implantar la Zona de Bajas Emisiones

Terrassa se ha fijado el 1 de enero de 2024 para implantar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Eso sí, solo en casos de episodios de contaminación. El municipio actualmente tiene «en trámite» la implantación de la ZBE, obligatoria desde principios de este año para aquellas ciudades de más de 50 mil habitantes. Se encuentra en la misma situación que 120 localidades del estado, tal como se puede comprobar en una nueva herramienta que ha emprendido el Ministerio de Transición Ecológica. Solo hay una quincena que la tienen en vigor -en el Vallès solo hay Sant Cugat-, mientras que una veintena ni siquiera han iniciado los trámites -por ejemplo, Cerdanyola-.

Ahora bien, el Ayuntamiento de Terrassa no quiere hacerlo solo. Quiere una estrategia común con el resto de miembros de la Asociación del Arco Metropolitano. Por eso, de cara el mes de octubre, se ha fijado una reunión en que se espera cerrar el calendario definitivo, así como la letra más pequeña. El gobierno municipal quiere alejarse de peleas políticas -encabezadas especialmente por alcaldías a manos de PP y VOX, como Badalona, Valladolid o Castelló que se niegan a implantarla- y prefiere ir todos a una.

Propuesta de instalación de las cámaras de lectura de matrículas a Jiloca con avenida Vallès | Ayto. Terrassa

El 2024 por episodios de contaminación, el 2025, permanente

Así pues, a partir del año próximo, entrará en funcionamiento la ZBE, que comportará la restricción de la circulación de los vehículos sin distintivo ambiental de la DGT, es decir, aquellos considerados más contaminantes. Durante el 2024, solo se aplicará en los casos de episodios ambientales excepcionales. Será a partir de 2025 que su implantación pasará a ser de forma permanente de lunes a viernes en días laborables de 7 a 20h.

Desde el Ayuntamiento pero anuncian que habrá casos excepcionales, divididos en tres tipologías: exenciones (permanentes), moratorias (por un tiempo establecido pero continuo) y autorizaciones (temporales, esporádicas), con los que se tendrán en cuenta varias casuísticas como serían las personas con movilidad reducida, vehículos especiales, las familias con pocos ingresos, etc.

La Zona de Bajas Emisiones es una obligación legal, dentro de la normativa de la Unión Europea coherente con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Es por eso que en los últimos meses, aprovechando los fondos europeos Next Generation, el Ayuntamiento de Terrassa ha llevado a cabo diferentes actuaciones, encaminadas a impulsar la movilidad sostenible con la pacificación de los entornos escolares, reduciendo el espacio para los vehículos, mejorando los pasos de peatones y cruces y ampliando el número de carriles para ir en bici y VMP, y mejorando la conectividad en la ciudad.

La nueva calle de la Font Vieja ya es una realidad mientras continúan las obras en el Paseo Conde de Ègara | Júlia Martínez

Intervenciones en Terrassa para la ZBE

En este sentido, Terrassa ha recibido cerca de 8 millones de euros para ejecutar varios proyectos dentro de los fondos Next Generation. Entre los proyectos hay actuaciones para la mejora de la señalización, semáforos, obras de elevación de calzada para pacificar el tráfico y proyectos orientados específicamente para la futura implementación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), como son la implantación de puntos de control de vehículos, las cámaras, etc.

Entre los principales proyectos que se están haciendo hay toda la ampliación de las islas de peatones en el Centro de la ciudad. Se está haciendo mediante intervenciones tácticas para ampliar el espacio de los peatones a la acera, vianalizaciones de calles y ampliación de aceras. Estamos hablando de proyectos tanto de pequeñas transformaciones como la calle de Cervantes o la calle de Sant Francesc, como de grandes intervenciones como las del calle Font Vella y paseo Conde de Ègara, calle Col·legi y del Forn. Así como toda la zona de la plaza de Jacint Verdaguer.

Además, hay que añadir la mejora de la accesibilidad de aceras y cruces y ajardinando para aumentar la biodiversidad urbana. Son 50 cruces de barrios como La Cogullada, Seglo XX, Las Arenas, Roc Blanc, Torre-Sana, Can Aurell, Sant Pere, Can Parellada, Can Jofresa o Can Roca, entre otros, ajardinando espacios para aumentar la biodiversidad urbana.

O también, con las actuaciones de urbanismo «táctico» que se está haciendo en viales especialmente transitados cómo en las calles de Arquímedes y Galileu, o el más recientemente, a Faraday y la plaza de Sant Oleguer. No son los únicos, hay varias intervenciones en esta misma línea a otros barrios de la ciudad, como en el paseo Joan Miró de Cementiri Vell, la calle del Renaixement a Sant Pere Nord, la calle Cavall Bernat en Sant Llorenç o bien en la calle Fuencisla a Can Anglada.

A todo esto hay las actuaciones tácticas de pintura para adecuar 6 entornos escolares y la mejora vianal de varios pasos de peatones y cruces del entorno de centros educativos, la instalación de radares pedagógicos o la instalación de 8 paneles de información variable del estado del tráfico y de los niveles de contaminación.

Nuevo pasillo para peatones de la calle Galileo | Cristóbal Castro

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